Con 6 asesinatos y 43 agresiones, Oaxaca llega a elección como “epicentro de violencia contra políticos”
Pese a que Oaxaca mantenía un saldo blanco respecto a asesinatos de actores vinculados directamente al proceso electoral, en realidad la entidad acumulaba cinco muertes violentas de políticos
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Oaxaca de Juárez.— Faltaban menos de 48 horas para el arranque de la jornada electoral en Oaxaca, cuando un funcionario municipal y operador político del candidato puntero fue asesinado en Juchitán de Zaragoza, rompiendo el saldo blanco que hasta ahora se mantenía en la entidad en el actual proceso para renovar la gubernatura.
La víctima, identificada como Carlos Eduardo L., era un funcionario del ayuntamiento de Juchitán, designado como enlace del gobierno municipal con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), también era colaborador cercano del edil Emilio Montero Pérez y de Salomón Jara Cruz, de la coalición Juntos Haremos Historia por Oaxaca, integrada por los partidos Morena, del Trabajo, Verde Ecologista de México y Unidad Popular.
Pese a que Oaxaca mantenía un saldo blanco respecto a asesinatos de actores vinculados directamente al proceso electoral, en realidad la entidad acumulaba cinco muertes violentas de políticos, entre las que se contabilizan las de dos exediles y las de tres militantes de partidos con actividades específicas en el ámbito municipal.
Foto: Especial
Por ello es que este ataque armado en Juchitán se da en un contexto de una constante violencia política, la cual mantiene a la entidad en el primer lugar entre las seis que tendrán elecciones este domingo y en segundo lugar a nivel nacional.
Lo anterior, de acuerdo con el Indicador de Violencia Política de la consultoría en análisis de riesgo Etellekt, que señala que Oaxaca concentra un total de 43 de las 85 agresiones contra actores políticos que se han desarrollado en el marco del actual proceso electoral.
En otras palabras, en el estado se ha registrado 51% de estas agresiones, por lo que Etellekt considera a Oaxaca como el “epicentro de la violencia política” en esta elección.
De hecho, en suelo oaxaqueño se habían registrado cinco de los siete asesinatos de políticos que se contabilizaban hasta finales de mayo en el actual proceso electoral, los otros dos se cometieron en Quintana Roo y en Tamaulipas; éste último era el único crimen considerado como vinculado directamente a las elecciones.
Con la muerte de Carlos Eduardo L., la cifra sube a ocho asesinatos, de los cuales dos se relacionan con las elecciones de este domingo.
Según el Informe de Violencia Política en México del Proceso Electoral 2022 de la consultoría, del total de 43 agresiones registradas en la entidad, tres de ellas tuvieron como objetivo precandidatas y candidatas a la gubernatura; no obstante, el documento precisa que la mayoría de dichos ataques se dieron en el marco de las elecciones municipales extraordinarias en seis ayuntamientos, donde no se habían elegido autoridades locales, mismas que se cruzaron con el actual proceso para renovar la gubernatura.
Respecto a las tres agresiones a precandidatas y candidatas a la gubernatura, el informe señala que en todos los casos se trató de amenazas.
El primero registrado fue contra una precandidata de Morena y los otros dos contra una precandidata y una candidata del PAN.
Advierten riesgos
Rubén Salazar, director de la consultoría Etellekt, explica que pese a que Oaxaca concentra más de la mitad de las agresiones a políticos en este proceso electoral, se consideraba que la entidad mantenía un saldo blanco porque no se registró el asesinato de ningún aspirante o candidato.
Y hasta el asesinato de este viernes, tampoco se había quitado la vida a algún actor directamente vinculado a las elecciones de este día.
“Oaxaca no sólo ocupa el segundo lugar entre los 32 estados, ocupa el primero entre los seis que renuevan gobierno. Por ejemplo, los 11 casos de privación ilegal de la libertad que aparecen en el indicador son de Oaxaca. Hay varias razones, una son las elecciones extraordinarias de marzo pasado (...) pero también está la influencia de caciques y los municipios que se rigen por usos y costumbres”, señala en entrevista.
No obstante, Salazar resalta que el reciente asesinato cometido en Juchitán “sí está totalmente relacionado con la elección”, junto con el de un operador político tamaulipeco.
“Lo del colaborador de Salomón Jara coincide con los riesgos que advertimos. Se irán sobre operadores, brigadistas y representantes de partidos, esperemos que no arda la cosa este domingo”, advierte.