Feminicidios han dejado 449 víctimas indirectas
Desde 2012 la fiscalía registra al menos 261 muertes de mujeres tipificadas así, pero aún no ha podido brindar atención a todas las familias
En ocho años, la violencia machista que golpea a Oaxaca, además de arrancar la vida a cientos de mujeres, de las que 261 asesinatos sí lograron tipificarse como feminicidio, también truncó los proyectos de vida de sus personas más cercanas y fracturó su entorno familiar. Se trata de hijos e hijas en orfandad, padres y madres en busca de justicia e incluso, abuelos y abuelas cuyo mundo fue lastimado de forma irreparable.
Según datos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), desde 2012, año en el que se tipificó el delito de feminicidio en el estado, se tiene conocimiento de al menos 449 víctimas indirectas, es decir, que tenían un nexo de cercanía con la mujer asesinada.
Podrían ser muchas más, pues la dependencia, a través de Jesús Rodríguez, vicefiscal de Atención a Víctimas, reconoce que de los 261 feminicidios de los que se tiene registro, sólo se han atendido 196 casos, por lo que hay al menos 65 familias que no han recibido apoyo de ningún tipo.
Lo anterior, pese a que la dependencia tiene como prioridad atender todo lo referente a los feminicidios, como parte de la Alerta de Violencia de Género (AVG) que decretó en 2018 la Secretaría de Gobernación (Segob) para 40 municipios.
“El grupo de Atención a Víctimas es muy reducido y el presupuesto de la fiscalía no ha crecido en los ultimos tres años, como sí ha crecido la carga de trabajo. Para abarcar todo el estado tengo seis sicólogas, cuatro abogados, dos trabajadores sociales y una médico”, dice el vicefiscal en entrevista con EL UNIVERSAL.
Lo anterior es de importancia si se considera que la violencia feminicida abarca todas las regiones. Los datos oficiales indican que el Istmo de Tehuantepec es la región que acumula más feminicidios desde 2012, con 56 casos; le sigue la Costa, con 55; los Valles Centrales, con 44; la Cuenca, con 34; las sierras Sur y Norte, con 13 y nueve respectivamente, y la Cañada, con siete.
Huérfanos, los más vulnerables
Según la Ley General de Víctimas (LGV), existen tres modalidades en las que una persona puede ser afectada por un crimen como el feminicidio. La primera es de forma directa, quien recibe el daño; la segunda es cuando se tiene alguna relación de parentesco con la víctima y la tercera ubica a quienes se ven alcanzados por el crimen.
En el caso de las víctimas indirectas, el vicefiscal explica que los más vulnerables son los hijos de la mujer cuya vida fue segada. Lo anterior porque, de acuerdo con el fiscal general Rubén Vaconcelos Méndez, en ocho de cada 10 feminicidios, el responsable es la pareja de la mujer asesinada.
“Los hijos corren mayor riesgo y vulnerabilidad, quedan huérfanos, pues su madre fue asesinada y su padre es quien comete el crimen; entonces, no saben con quién se van a quedar”, dice Rodríguez.
En el caso de Oaxaca, de las 449 víctimas indirectas, al menos 139 son hijos que quedaron en situación de orfandad, de ellos 77 son niños, 56 son adolescentes y sólo seis se han convertido en adultos. A este grupo de víctimas la fiscalía ha proporcionado mil 359 servicios, como apoyo sicológico y alimentario. Lo anterior se logra luego de que un equipo multidisciplinario visita a las víctimas indirectas y realiza un diagnóstico de las necesidades para intentar atenderlas.
Sin embargo, el vicefiscal reconoce que, pese a los esfuerzos institucionales, aún no se logra satisfacer por completo las necesidades de ningún núcleo familiar de alguna de las 196 mujeres víctimas de feminicidio que han atendido, con lo cual se alcanzaría la reparación integral del daño.
Lo anterior, explica, porque hasta ahora el Estado mexicano no ha podido garantizar condiciones que exige la LGV, como la no repetición o la satisfacción, es decir, políticas públicas que garanticen que los feminicidios no volverán a repetirse o que habrá seguridad ante esos delitos: “Eso hace complejo la reparación integral, sin ello cómo podría recuperarse el proyecto o plan de vida de la familia que fue truncado”.