El Faraón era uno de los bares que presumiblemente causaba más conflicto en esa zona, pues según los vecinos, había venta de drogas y era fachada del crimen organizado, además de ser el de mayor peligro pues operaba prácticamente las 24 horas del día y a todas horas se podía observar a personas alcoholizadas al exterior del inmueble que estaba ubicado en céntricas calles de ese municipio conurbado.