Osmara: rapto matrimonial, violencia y feminicidio

La joven de 19 años fue asesinada por su pareja; familia teme que haya impunidad

Foto: Alberto López
Seguridad 12/12/2019 07:36 Alberto López Tehuantepec Actualizada 17:01

El centello de cirios y  veladoras coinciden con el abrir y cerrar de los humedecidos ojos de los integrantes de la familia de Osmara, cuya fotografía, envuelta en un huipil tejido de tulipanes rojos, forma parte de la inmortalidad, al lado de la Virgen de Guadalupe.

Ambas imágenes están colocadas en una pequeña mesa cubierta de mantel blanco (Lari Bidoo), como lo dicta la tradición zapoteca,  y resguardada por cuatro cirios y una cruz de flores  que prácticamente cubre el piso de la  pequeña sala donde desde el lunes  se realizan rezos por una vida arrancada.

En el barrio Lieza, entre caminos pedregosos y pequeñas viviendas que aún siguen en construcción, la familia de Osmara, asesinada   el domingo pasado, el primer día del último mes del año, vive el luto  con temor porque, aseguran, han recibido amenazas de muerte si testifican en contra de Alfonso, la pareja de la joven, el hombre que le disparó a la  cabeza y  la dejó tendida a media calle, entre  ladridos de perros y la indignación de los vecinos.

La familia de Osmara llora, está indignada, pero también temerosa. “Solo queremos justicia”, dice una de las mujeres a EL UNIVERSAL.

 “No queremos venganza, pedimos justicia y tenemos miedo  porque andan diciendo que van a darles dinero a las autoridades para que suelten al asesino”, denuncian con angustia.

Hasta agosto de 2019,  12 meses  después que se decretó la Alerta por Violencia de Género en cinco municipios del Istmo, incluído Tehuantepec, otras 30 mujeres fueron asesinadas en la región, la mayoría del pueblo zapoteca, según la asociación Consorcio.

Nunca estuvimos de acuerdo que viviera con él. Ella traía golpes en  cara y cuerpo, pero siempre  decía que se pegaba con la puerta

Vida de violencia. Osmara no terminó la secundaria. Apenas cursaba el segundo grado  cuando fue raptada “con fines matrimoniales” por Alfonso. Ese 31 de diciembre de 2014, ella  tenía 14 años,   a unos días de cumplir 15.  Por ser menor de edad  el matrimonio nunca llegó,  “su   familia no estuvo de acuerdo y  no se casó”.

Cinco años después,  Osmara cumpliría 20 años el próximo 15 de enero, pero no lo hará porque Alfonso decidió pegarle un tiro. Ahora sólo vive en una foto en la mesa de imágenes religiosas, en el mismo sitio  en donde su familia   levantará la cruz de flores para llevarla al panteón de Dolores.    

“Nunca estuvimos de acuerdo que se casara o viviera con él. Ella llegaba aquí a visitarnos, traía golpes en la cara y cuerpo, pero siempre decía que se pegaba con la puerta, con la ventana, o que tropezaba y se lastimaba”, relatan.

Alfonso fue  detenido el mismo  1 de diciembre. Estaba en  su  domicilio de Santo Domingo Tehuantepec, con lesiones en el cuello como si hubiera querido colgarse.

Fue vinculado  por  feminicidio agravado y en 10 meses un juez le dictará  sentencia. Mientras, estará en el Centro de Readaptación Social de Tehuantepec.

La familia  de Osmara  llora y siente miedo de  las amenazas. Y sobre todo, de que  la justicia para Osamara no llegue, por ser pobre y por ser  indígena.
 

Comentarios