Horas antes, ese mismo día, taxistas y vecinos de un bar en Juchitán vivieron esa misma conmoción, pues tres persona fueron asesinadas dentro del establecimiento. En total, sólo ese lunes, ocho personas fueron ejecutadas en el Istmo.
Para el presidente de la asociación de Profesionistas y Empresarios del Istmo (Proempi), Juan González Davar, entre la población istmeña es muy alta la percepción sobre la inseguridad, no sólo por los homicidios, también por delitos como robos y asaltos. Los números les dan la razón.
De esos 18 mil 525 delitos de 2019, 3 mil 375 fueron contra la vida, entre ellos 747 homicidios dolosos y 11 feminicidios. Además, se reportaron 645 delitos contra la libertad y la seguridad sexual, de los cuales 269 fueron casos de abuso sexual y 169 violaciones.
Para González Davar, este clima de inseguridad que se respira en toda la región del Istmo es un factor que ahuyenta inversiones y lastima a la sociedad, pero asegura que hay confianza en que la Guardia Nacional ayude al combate contra la violencia, para lo cual, advierte, “es fundamental que las autoridades municipales se esfuercen más para la capacitación policial y asuman que están obligadas a coordinarse con el gobierno estatal y federal”, señala.
“Con la llegada de la Guardia Nacional a varios municipios tenemos confianza en que habrá una nueva estrategia contra la inseguridad, con los cambios en la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO) y una mayor preocupación de los alcaldes para equipar a los policías habrá una mejor coordinación entre corporaciones”, proyecta el dirigente de los empresarios.