La pandemia por Covid-19 eclipsó la celebración del Día de Muertos en Oaxaca, pues en esta ocasión, las y los oaxaqueños no pudieron visitar las tumbas de quienes ya partieron al más allá. Aunado a ello, la crisis económica que propició la emergencia sanitaria afectó las ofrendas que las familias colocan para recibir a sus muertos.

Ante el riesgo de contagio, este 2020, las familias optaron por acudir a tianguis y mercados locales, donde los productos de la ofrenda oaxaqueña como frutas, chocolate y mezcal, registraron un precio elevado. Diversas familias eligieron no visitar la central de Abastos, luego que autoridades de salud informaran que la zona comercial representa un foco rojo de riesgo de contagio del nuevo coronavirus.

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Aunado a ello, las familias tuvieron que optar por una versión austera de las ofrendas, pues en muchos hogares, personas se quedaron sin empleo ante la pandemia.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hasta el pasado mes de julio, en Oaxaca, se han perdido alrededor de 15 mil empleos.

Foto: Edwin Hernández

Además, unos 30 bares de la capital oaxaqueña han cerrado ante las condiciones económicas que ha propiciado el virus, según la Alianza de Bares, Antros y Restaurantes de Oaxaca (Abaro).

La emergencia sanitaria propició, además, la cancelación de eventos que suceden en torno a los panteones más emblemáticos en la capital oaxaqueña y los municipios conurbados, afectando así la captación de derrama económica durante la temporada.

Además se cancelaron las muerteadas, comparsas y calendas, que además de beneficiar a los municipios económicamente, contribuyen a las ganancias de pequeños negocios de comida o entretenimiento, cuyo servicio también se afectó por las medidas implementadas ante el riesgo de contagio.