Originario de Oaxaca, Aguilar Vásquez explicó que mediante su trabajo “Santo Domingo del temblor” intentó hacer una manda en honor al santo, patrono de la región de Tehuantepec.
“En Oaxaca, cuando a alguien después de una tragedia le sucede un gran favor se le atribuye a diferentes santos. Las personas pagan mandas, una ofrenda comisionada a pintores artesanos, quienes representan la situación en una especie de pintura pequeña, que al pie lleva una breve descripción”.
El certamen lleva el nombre del compositor Arturo Márquez, reconocido por incorporar en sus obras formas y estilos musicales mexicanos; su objetivo es apoyar a los jóvenes e incentivar la conjunción entre la música de concierto, la popular y tradicional. El concurso recibió 57 obras provenientes de 13 estados, y fue organizado por la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Patronato del Centro Cultural Roberto Cantoral.
“Con ‘La Pared de Adobe’ tuve la oportunidad de realizar, no precisamente en mi facultad, pero sí dentro de la UNAM, una emocionante experiencia al involucrarme en cosas que no tenían que ver exclusivamente con lo que estudié (música). Yo creo que lo importante es hacer la obra que quieres y no la que se requiere. Incluso si la escuela o la carrera que estudiaste no te ha preparado para ello, es tu obligación aprender por tu cuenta para realizar tus ideas”, explicó.