Originaria de la comunidad chinanteca de San Felipe Usila, ubicada en la región de la Cuenca del Papaloapan, Italy comenzó su labor social desde los 17 años, cuando apoyaba como interprete en procesos jurídicos de personas que hablan su misma lengua, el chinanteco, lo que la llevó a decidir, a los 19 años, mudarse a la capital para seguir estudiando.
Foto: Mario Arturo Martínez
“Siento que siempre vamos a ser muy resistentes a los cambios, entiendo muy bien los conceptos que cada generación tiene, hablo mucho de un trabajo intergeneracional, porque muchas veces sí tenemos puntos en común. Si logramos este puente entre generaciones podemos lograr grandes cosas”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.
A sus 21 años, Italy tiene claro la lucha de las mujeres que actualmente se gesta será larga y que tomarán muchos años antes de que los cambios puedan reflejarse, pero está convencida que las jóvenes como ella están logrando grandes avances.
“Todo lo que es social se construye, y cuando un grupo de población, en este caso el género masculino, comienza a tomar estos espacios de poder, a instaurar las reglas, desde luego las mujeres quedamos en rezago y van a pasar años para que esto acabe, pero estamos logrando cambios muy importantes, en la actualidad mujeres de mi edad que ya pueden tomar decisiones de una forma libre”.
“Uno de los mayores daños que se hizo a nuestro género fue decir que las mujeres siempre éramos enemigas, pero curiosamente lo éramos en temas masculinos. Cuando nosotras nos dimos cuenta que eso no es real y nos quitamos esos estereotipos de señalar y aceptarnos como mujeres diferentes, pudimos comenzar a trabajar en red”, explica.
Foto: Mario Arturo Martínez
Por ello, afirma que no puede generalizarse al hablar de las mujeres, pues asegura hay muchas realidades en la comunidades y en las poblaciones vulnerables que deben conocerse antes de que se propongan iniciativas o se quiera atender la problemática de la desigualdad sin mirar esas diferencias. Señala, por ejemplo, que al igual que ella muchas jóvenes nunca han escuchado la palabra feminismo o desconocen su significado.
“Las mujeres somos muchas: indigenas, jóvenes, madres solteras, con discapacidad. Hay un gran reto de trabajo al respecto, pero definitivamente siempre voy a rechazar el machismo, es algo de no concibo, que siento que debemos cambiar. No sólo para beneficios de las mujeres, hay que entender que tiene muchos puntos que han dañado al género masculino, el pedirles que no muestren sentimientos, que crean que siempre tienen que responder con violencia, también es un daño que se le ha hecho a los niños y jóvenes”.
Ante la resistencia de muchos hombres, de todas las edades, a la fuerza que ha tomado el feminismo, Italy es precisa. Dice que la situación de las mujeres no puede seguir así, y menos para las generaciones que vienen, pero asegura que una de las capacidades de la sociedad es el cambio.
"Es momento de reflexionar, yo sé muy bien que no podemos imponer ni hacer cambiar a la fuerza a una persona, pero una de las capacidades que tenemos como seres humanos es estar constantemente reflexionando en procesos, y no cerrarnos”, finaliza.