Esencia triqui regresa con murales a calles de Europa

En las paredes del mundo los colores y las texturas se entremezclan en miradas profundas, mostrando  ojos cálidos de niñas y mujeres triquis que escudriñan, sonríen y abrazan con sus huipiles rojos a quien camina a lo largo de las calles.

Muros de Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia y Suiza son algunos de los países europeos que se adornarán con los murales de Joel Merino, pintor triqui oriundo de San Juan Copala, Oaxaca, quien mediante el arte revitaliza la cultura de su pueblo.

Joel es pintor, muralista y artesano de familia, pues sus padres le enseñaron el oficio desde que tiene memoria. Él y los suyos se dedican a la artesanía textil,  al telar tradicional de cintura, que une hilos, cepillos, machetes de madera y las manos de talentosas artesanas para crear   prendas propias de su comunidad.

Es el telar de cintura el que   inspira a Joel en su tercer viaje por el viejo continente, que emprenderá el 1 de julio de 2019, con paradas en Forest Sound Festival, en Bélgica; otra presentación en el Centro Cultural Maison de MAI, en Francia; visitará por vez primera  Suiza y en septiembre terminará su recorrido internacional en Uruguay y Argentina.

“Todo lo que yo pinto está relacionado con las costumbres y  la lengua de mi pueblo. La exhibición que tengo planeada en París son obras que he trabajado desde hace tiempo como Caxu-j, que es una especie de saludo. Todo está ligado con la preservación y la revitalización del telar   y el huipil”, cuenta Joel a EL UNIVERSAL.

Lejos de obtener una remuneración económica, el único objetivo que Joel fija en su mente al momento de pintar es el pueblo en el que creció, la lengua que habla, la ropa que viste y las tradiciones que lo representan, toda una cultura que se rehúsa a desaparecer y que continúa desarrollándose y adaptándose.

Medios propios. Desde su primer viaje a Europa, en 2016, el  oaxaqueño ha financiado sus intervenciones  mediante la venta de las artesanías que él y sus padres elaboran, además del apoyo que recibe de colectivos que han reconocido el valor de su obra. En esta ocasión no es diferente. 

“No he tenido buenas experiencias con el gobierno, la manera en que se conduce no es de mi agrado, entonces opté por trabajar de manera autogestiva, de lo que consigo con mis obras y sobre todo de mis artesanías”. Con eso en mente, Joel realiza una venta de obras y prendas a través de sus redes sociales. Lo que junte será para financiar este nuevo viaje. 

Joel lamenta que aun siendo el  año de las lenguas indígenas,  las instituciones encargadas de protegera estos pueblos “sólo se dediquen a difundir el folclor y no se interesan en sus procesos históricos, sociales y económicos”.

“No se trata de rescatar, sino de revitalizar la historia de los pueblos indígenas, porque existen,  exitismos. Entonces, no puedo detenerme o esperar a que ellos hagan algo porque si lo hago, mi cultura y mi lengua mueren”, dice el joven muralista.

Joel ha llevado sus obras  a Querétaro, Quintana Roo, Baja California y  Guanajuato,   y otras  pertenecen al acervo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. (Con información de Joset Martínez)