La joven de 30 años, originaria de Estocolmo, nunca pensó que su amistad con una mujer de nombre Yolanda la llevaría a descubrir México, a pasear por sus calles y a enamorarse de su comida y también de su alcohol.
“Recuerdo que en la escuela nos enseñaron sobre geografía e historia, claro que sabía de México, pero fue hasta que conocí a Yola que me enamoré de la gente, la comida y de todo el país, conocer el mezcal a través de Yola fue una gran experiencia que nos hizo querer tener nuestra propia marca de mezcal”, detalló Lykke Li en entrevista a EL UNIVERSAL”.
Lykke no es la única que se ha enamorado de las bebidas mexicanas. Otras personalidades han hecho negocio con los diferentes destilados de agave: Adam Levine, líder de la agrupación Maroon Five, junto con Sammy Hagar, guitarrista de Van Halen, crearon Santo Mezquila, bebida que combina tequila y aguardiente.
Otra banda que lanzó su propias marcas fue AC/DC, cuyos integrantes, enamorados del tequila, lanzaron en 2016 su propia bebida llamada Thunderstrck.
El actor de Hollywood George Clooney no sólo es un amante del vino y el café, también gusta del tequila, por ello tiene su propia marca, Casamigos, la cual se fabrica en Jalisco, México.
“El disco lo hice entre Los Ángeles, Nueva York y Estocolmo y definitivamente empaqué en mi maleta botellas y botellas de mezcal, porque no había manera de que pudiera hacer el disco sin mezcal, aunque para ser honesta no recuerdo mucho”, detalló.
“Bueno, tanto el mezcal como el álbum son sorprendentes giros a la izquierda”, explica Lykke Li, conocida por su aspecto siempre de atuendos negro, actitud triste y, por supuesto, cargada con su nueva bebida favorita.
“Creo que Sad so sexy y el mezcal que hacemos son una búsqueda de libertad y empoderamiento de la mujer en nuestros propios términos”, añadió.