Con mensaje de solidaridad, Lila Downs se presenta en el Auditorio Nacional

La cantante, en medio del concierto, también hizo comentarios sobre el presidente de EU: "nuestro vecino de allá del norte como que no sabe, no tomó clases de historia y menos de Latinoamérica", dijo

Foto: Archivo / EL UNIVERSAL
Sociedad 05/11/2017 11:03 César Huerta Actualizada 11:03

Con un mensaje para Donald Trump y otro de solidaridad con la región afectada por los sismos del mes pasado, Lila Downs se presentó en el Auditorio Nacional, vestida de huipil bordado oaxaqueño.

La cantante que no deja de luchar porque la cultura mexicana se conozca, tejió un show en el Auditorio Nacional, la noche del sábado, que inició con una ofrenda a los muertos de 7 y 19 de septiembre.

Lila, quien canta “Humito de copal” y hace que el público aplauda sentado, siguiendo el ritmo “Cama de piedra”, canción inmortalizada por Cuco Sánchez.

La que responde entre sonrisas “¡favor que me hacen!” cuando entre las butacas le gritan “¡guapa!” o canta junto a dos bailarines musculosos, torso desnudo, pantalón de mezclilla y botas en “Tus pencas”.

Pero también es la que al hablar da mensajes que genera aplausos.

“Nuestro vecino de allá del norte como que no sabe, no tomó clases de historia y menos de Latinoamérica, así que decidimos darle una clasesita de un zapoteco que llegó a presidente de la nación”, señala para interpretar algo alusivo a Benito Juárez.

Sobre el escenario, a manera de escenografía, una ofrenda para los muertos con cempaxochitl, una lámpara de mesa y rodeando el pedestal del micrófono cuya dueña es Lila, flores.

Abajo de él en las primeras filas sobresale un hombre con el rostro pintado de calavera, unos asientos atrás una chica con huipil y metros de ambos, un grupo de chavos en cuya parte trasera de la playera negra portada, el nombre en letras blancas de quien fueron a ver.

A los 12 músicos que la acompañan, se suman algunos invitados de la noche como el grupo de son jarocho Caña Dulce, Caña Brava, porque dice la anfitriona, son extraordinarios exponentes de la música mexicana.

“¡Agradezco a la Madre Tierra por este regalo de Dios!”, dice mientras tira unas gotas de mezcal sobre el piso y da unos tragos a la botella de la bebida mientras canta la canción alusiva a esta última.

También aparecerán Pedro y Elena, pareja experimentada de danzón para bailar “Inmortal” y una delegación de Ixtepec, Oaxaca,para “El feo”.

“Porto un huipil que me han mandado de Juchitán (Oaxaca), la región se ha visto afectada”, abunda.

El mariachi la acompaña en “Cielo rojo” y “Paloma negra” y el aplauso toda la noche, que aprovechó para presentar Salón, lágrimas y deseo, su más reciente producción, ante un inmueble de Reforma casi lleno a su capacidad de 10 mil personas.

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