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Diversas fuentes, recuerda, indican que una de las causas en esos contextos de violencia era la dependencia económica hacia los hombres, lo que puede provocar que las mujeres se mantengan en ese entorno agresivo.
“La intención de este emprendimiento era centrarse en ofrecer trabajo digno a las mujeres y al mismo tiempo generar un empoderamiento”, relata.
Así nació Mobiliario M-Shiko, una empresa dedicada a la elaboración de muebles y artículos de madera, como mesas de comedor, mesas de recibidor y tablas de cocina, pero la iniciativa va más allá, ya que además busca generar una economía social solidaria, que implica tener un impacto positivo en la sociedad y también contribuir al cuidado del medio ambiente.
Son tres los enfoques que pretende abarcar M-Shiko: el primero es el empoderamiento de la mujer a través de un trabajo digno y capacitación. El segundo es el combate a la tala ilegal de árboles, a través de la relación con diversas comunidades dedicadas a la extracción de madera de manera de sus bosques y que cuenten con la certificación de sustentabilidad.
El tercer pilar del proyecto, detalla la mujer, es el apoyo a los artesanos y artesanas a través de la compra de sus creaciones, las cuales se incrustan en los muebles que ahí elaboran.
Como Leticia Bautista, diversas mujeres en las regiones del estado de Oaxaca encabezan proyectos de negocios y emprendimientos colectivos basados en esta idea de la economía social solidaria.
“Somos un equipo y empezamos a ver la necesidad que había por la pandemia, pero no [queríamos] limitarnos sólo a eso.

Foto: Juan Carlos Zavala. EL UNIVERSAL
“Nos dimos cuenta de que las personas tenían una necesidad de limpiar áreas interiores en los hospitales, ellos están expuestos constantemente a contagiarse de cualquier tipo de virus, no solamente de Covid-19, por eso empezamos a trabajar este tipo de robots sanitizantes”, cuenta.
El robot que están creando, hasta ahora con financiamiento propio, tendrá la función de limpiar el aire y las superficies a través de luz ultravioleta y, de esa manera, garantizar que los trabajadores del sector salud, ya sean de medicina, enfermería, limpieza u otros, no se contagien o infecten de algún virus o una bacteria.
Ese es uno de los impactos sociales que buscan con el desarrollo del robot, pero también dar oportunidad a los egresados de las diferentes universidades de realizar prácticas en su centro tecnológico y no tener que emigrar a otras entidades del país, para colocarse en la industria o en empresas relacionadas con sus estudios.
Y un tercer eje de este proyecto es la intención de usar y desarrollar tecnología de larga duración para el cuidado del medio ambiente.
“Nuestra intención es proporcionar un servicio de excelencia en las diferentes áreas de fisioterapia, así como brindar una atención de alta calidad centrada en la persona y con una responsabilidad social hacia nuestra comunidad”, explican las emprendedoras.
Estas cuatro mujeres forman parte de un programa denominado Mujeres Líderes (Lila), el cual es impulsado por la Escuela de Economía Social (Ecoos), con apoyo de ENACTUS México.
“Se trata de] una organización global con presencia en 37 países. [Está] dedicada a potencializar el talento de emprendedoras universitarias para que así puedan transformar la realidad de sus propias comunidades pero de una manera sustentable”, indican.