En medio de pandemia, Reyes Magos son la esperanza de comerciantes para salvar la crisis en Oaxaca
El tradicional tianguis de Juguetes en la Central de Abasto de la ciudad de Oaxaca, este año lució diferente: decenas de puestos faltaron, y en los pasillos había un inusual espacio que antes abarrotaba la gente en las compras de última hora; “éste es el último empujón para levantarnos”, afirman
Oaxaca de Juárez.— En vísperas de Día de Reyes, en la zona de la Central de Abasto donde ha sido tradición cada año el tianguis de juguetes, el ambiente suena incesante pero está incompleto. La pandemia por Covid-19 ha ahuyentado a vendedores, y la crisis derivada a lo largo de 10 meses les ha dejado la urgencia de salvar su economía con esta última oportunidad de la temporada.
Diableros con el trasiego habitual de mercancías, gritos de hombres que anuncian las rutas de los sitios de taxis colectivos para los que trabajan, un incesante sonar de cláxones de vehículos y de camiones del transporte público, el tráfico en las calles con policías viales en su intento por organizarlo, comercios por doquier de todo tipo e incluso sobre la vía pública, música y anuncios estridentes que se entremezclan ininteligibles, policías que inspeccionan a un joven quizá porque consideraron su aspecto sospechoso. Es el movimiento cotidiano en la Central de Abastos de la ciudad de Oaxaca.
Sin embargo, desde el pasado 4 de enero, después de que la autoridad municipal autorizó la instalación de este tianguis de juguetes, luego de llamar de cancelar verbenas y los acostumbrados puestos de las fiestas decembrinas, considerando las medidas sanitarias contra Covid-19 que hasta el momento mantiene en foco rojo la capital oaxaqueña y sus ciudades conurbadas por concentrar casi 69% del total de contagios en la entidad, la diferencia este año es notoria para los Reyes Magos.
La principal avenida del centro comercial más grande de Oaxaca está ocupada por alrededor de 900 comercios que conforman el tradicional tianguis anual por Día de Reyes, en la que cientos de comerciantes venden sobre todo juguetes, pero también roscas —el pan tradicional que únicamente se vende en estas fechas—, ropa, accesorios para celular, bocinas, gorras, bicicletas, joyería y alimentos preparados.
Foto: Mario Arturo Martínez
A diferencia de otros años, se puede caminar libremente por los pasillos: no hay la acostumbrada aglomeración de personas comprando de última hora los juguetes que entregarán a sus hijos, sobrinos o ahijados por la festividad del Día de Reyes.
Apenas unos cuantos interesados se acercan a los puestos para preguntar el precio de algún artículo. Sorpresivamente, hay más de dos decenas de espacios vacíos para la colocación de un puesto de venta.
En el acceso del lado derecho, uno de los primeros puestos es el de Jaqueline Ruiz quien tiene 39 años dedicada al comercio, y desde hace cinco años específicamente a la venta de juguetes, la mayoría para niñas como negocio de ropa para muñecas y otro tipo de accesorios. El tianguis del Día de Reyes es su última esperanza para lograr las expectativas de venta que tienen año con año: “la esperanza muere al último”, dice, pero confiesa ya no estar muy segura de esto ahora.
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La poca afluencia de potenciales clientes, que a diferencia del año anterior se abarrotaban y amontonaban para comprar, preveía un día catastrófico para su negocio.
“Con las ventas del 24 de diciembre no cubrimos las expectativas que como comerciantes siempre las cubrimos. Estamos esperando este último empujón para poder levantar la venta que esperamos todos los años. Las ventas han estado en decadencia porque estamos viviendo una pandemia, Covid-19 nos ha afectado hasta hoy en el 2021”, dice.
Foto: Mario Arturo Martínez
Cada 24 de diciembre Jaqueline Ruiz vendía entre 20 mil y 30 mil pesos de su mercancía. Entre el 1 y el 24 de diciembre de 2020, apenas vendió cinco mil pesos en total. Para el Día de Reyes, sus ventas ascendían hasta los 40 mil pesos; previo al 6 de enero no había vendido nada. “Sí es en realidad un golpe muy fuerte para la economía, para el bolsillo de los comerciantes”, expresa.
La situación no es diferente para Martha López — hija de una de las fundadoras de la Central de Abasto de Oaxaca—: “Es la primera vez que vivimos algo así, está horrible el comercio. Yo digo que nuestra situación debería estar mejor porque somos pequeño - comerciantes, pero la gente prefiere a otros grandes establecimientos que a los nuestros”.
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El ingreso a la feria fue restringido por vallas metálicas pintadas de blanco y vigiladas por una decena de policías, entre municipales y estatales. Hay dos entradas paralelas a la denominada Gran Feria del Juguete 2021 que inició el 4 de enero y concluye este 6 de enero.
Los dos accesos también reflejan la distribución política en la que se asignaron los espacios a los comerciantes.
Foto: Mario Arturo Martínez
En el lado derecho se tiene especificado el ingreso y la salida, el primero controlado por un policía privado que entrega gel antibacterial a los visitantes y les realiza una revisión de la temperatura con un termómetro infrarrojo de lectura instantánea; por esta entrada se encuentran aproximadamente 300 comerciantes adheridos a la organización Grupo “Lázaro Cárdenas” (Grupo Lazcar), del dirigente Israel Ramírez Bracamontes, también exfuncionario público del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.
Del lado izquierdo del tianguis no cuenta con ninguna restricción ni señalamiento, ni control en el acceso a los visitantes; aunque los agentes de Seguridad Pública por ello solicitan a la gente entrar por el lado derecho. Por este ingreso es que se encuentran cerca de 600 comerciantes adheridos o identificados con diferentes organizaciones y líderes: “3 de Diciembre” y “8 Regiones”, del exdiputado federal del PRD Hugo Jarquín López, así como Yolanda Ortega, Juan Acevedo, Ismael Martínez, entre otros.
Las autoridades municipales y estatales implementaron un operativo de seguridad llamado “Operativo Reyes” en el que participan un total de 60 elementos por turno de 24 por 24, entre policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y de la Comisaría de Seguridad Pública y Vialidad del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, según detalla el comandante de la zona de la Central de Abastos, Abraham Antonio Valdivieso. Del total de los agentes de seguridad pública, 30 pertenecen a la Policía Estatal, agrega el policía segundo Cesar Zaragoza García.
El objetivo del operativo que inició desde el 3 de enero y concluirá el 7 de enero, en el que también participan inspectores municipales del comercio en la vía pública, es garantizar la seguridad de los comerciantes y visitantes al tianguis de juguetes, pedir el uso de cubrebocas, el ingreso ordenado de las personas, suministrar gel antibacterial y ordenar el tráfico de vehículos.
“Ajo de rey con ortiga para los dolores de hueso, que le durará un mes, reforzado con omega 3 y cartílago de tiburón”, anuncia casi indescifrable un hombre a través de un micrófono desde un puesto ambulante fuera de la feria, pero que opaca la música diversa que emana de cada uno de los comercios instalados para la venta de sus juguetes, roscas, comida y demás mercancías.
En el libre e inusual recorrido por los pasillos del tianguis, José Luis Pérez Cortés de 58 años de edad y 40 de ellos dedicados al comercio describe “opaco y triste” el número de personas que ha acudido a la feria a comprar juguetes. “Mire, está triste la situación — señala—, está crítica tanto económicamente como por la pandemia. Hay muchos locales vacíos. Hay muy poca gente. Hoy es el día para comprar juguetes, pero esto, está triste”.
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La pandemia por Covid-19 trajo un nuevo estigma para la Central de Abastos de Oaxaca porque las autoridades municipales y estatales, así como los medios locales, la han señalado como un punto de contagio del coronavirus, causante de esta enfermedad; el otro estigma que pesa sobre el principal y más grande centro comercial de Oaxaca es la inseguridad.
Foto: Mario Arturo Martínez
“Como comerciantes necesitamos que la gente venga a la Central de Abastos y que no le tenga miedo a que digan que la pandemia solamente existe aquí. Solamente tratamos de cubrirnos unos a otros y tratamos de hacer conciencia, porque hay mucha ciudadanía que no se pone el cubrebocas, y entre rumores que existe y no existe el virus como mucha gente lo menciona, tratamos de sacar la cara por nuestro mercado”, sostiene Jaqueline Ruiz.
Para ella, es necesario que el gobierno de Oaxaca y el gobierno municipal volteen la mirada hacia la Central de Abastos, para que haya mayor seguridad pública y se eliminen los estigmas que existen sobre este lugar. “Porque a veces la gente no viene a la Central por todo lo que comentan de que hay rateros, que están armados, pero donde quiera lo hay; y ahora, lo mismo con la Covid-19”, sentencia.
Esta crisis económica movió a los comerciantes a también ofrecer el servicio a domicilio, con una compra mínima, para tratar de sacar adelante sus negocios por la falta de clientes y visitantes, como Jaqueline Ruiz que a partir de una compra mínima de 150 pesos envía sus productos a domicilio sin ningún costo adicional.
Finalmente, todos ellos mantenían la esperanza de que los Reyes Magos mejoraran sus ventas en este tianguis del juguete 2021, y aprovechar la oportunidad para salvar su economía en el último empujón de temporada.