Labio leporino, cuando un mal congénito también lleva la discriminación como herencia

Las personas con esta afección han sido rechazadas en el plano laboral, lo que las limita en sus oportunidades

Labio leporino, cuando un mal congénito también lleva la discriminación como herencia
Foto: Ilustrativa / Archivo EL UNIVERSAL
Sociedad 06/08/2020 10:21 Juan Carlos Zavala Actualizada 13:58

Una de las etapas más difíciles para Cecilia Mazas Cervantes ocurrió cuando cursó la primaria y secundaria, cuando eran una constante las burlas y apodos de sus compañeros por una enfermedad hereditaria: el labio leporino.

Ahora tiene 42 años y, aunque nació en Villa Alta, municipio  de la Sierra Norte, prácticamente ha vivido la mayor parte de su vida en la capital del estado.

La discriminación no cesó del todo. Siendo madre soltera de tres hijos, para ella encontrar trabajo siempre fue una de sus principales dificultades por su condición; afirma que por ello le cerraban las puertas.

“Yo le dije que necesitaba el trabajo porque soy madre soltera, tengo tres hijos que estudian. Cuando me despidieron toqué puertas afuera, pero por el hecho de tener labio leporino me negaban la entrada al trabajo”, narra sobre la ocasión en la que fue despedida de manera injustificada.

Según datos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF)  de Oaxaca, en la entidad no hay una estimación sobre el número de casos  de labio y paladar hendido; pero, según  cálculos de la Secretaría de Salud (Ssa), por cada mil nacimientos en México alrededor de 1.3%  de personas tiene   este padecimiento, es decir, cerca de  3 mil 321 de casos al año.

Actualmente, estima, son más de 153 mil 84  menores de edad y adultos que viven con este padecimiento congénito en el país.

La Fundación Contreras Labio y paladar hendido Oaxaca explica que esta enfermedad se debe a una malformación congénita que se caracteriza por presentar fisuras  en los labios y paladares: “Tiene como causa un factor genético y ambientales, como la desnutrición, algunos medicamentos que toma la madre durante el embarazo, plaguicidas, insecticidas, entre otros”, detalla.

A Cecilia Mazas la operaron desde muy niña: “Es una sutura, tengo un niño que trajo mi problema; hemos entrado a cirugías, a muchas y  he visto que le sutura el labio”.

Durante dos años, Cecilia trabajó como policía de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), y dejó este trabajo cuando resultó embarazada de su primer hijo, a la edad de 24 años. Posteriormente intentó regresar a trabajar a la Policía Estatal, pero no le aceptaron su regreso.

“Me dijeron que ya no podía regresar, me pusieron muchos peros”, menciona Cecila, y  agrega que se tuvo que trabajar de empleada doméstica, aunque el pago le fuera insuficiente para mantener a sus tres hijos.

Lo más costoso y por lo que se esfuerza en su trabajo, dice,  es lograr juntar el dinero para las operaciones que aún le hacen falta al menor de sus hijos, quien también heredó este mal congénito.

A la fecha, detalla, su hijo ha recibido cuatro intervenciones quirúrgicas: tres en el labio y paladar, y una más en la encía; no obstante, aún le faltan más cirugías.

“Él [su hijo] ha recibido unas cirugías muy buenas, porque no se le ve. Le faltan más operaciones, pero son muy caras y ahorita no tengo dinero. Tengo a mis hijos estudiando y él es el que va a salir de sexto y son muchos gastos con el vals, con la ropa, ahorita me detengo por eso”, comentó.

El costo de las cirugías para personas con labio y paladar hendido, de acuerdo con el DIF estatal de Oaxaca, oscila entre 15 y 40 mil pesos; además, de los gastos que implican los tratamientos médicos, terapias físicas, de lenguaje, ortopedia maxilar e incluso alimentación, entre otras.

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