Niña soprano cautiva con su voz
Fanny, de 13 años, está en proceso de formación como cantante de ópera. Estudia con una prestigiosa maestra y alista su primer recital en solitario
Fanny es una niña de 13 años como cualquier otra, la única diferencia es que a su corta edad es una cantante de ópera profesional que ya se abre paso en el mundo operístico, lo que la llevó hace un par de semanas a participar en un recital en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, donde cantó frente a cientos de personas.
El gusto por la música de Estefanía del Carmen Leyva Cossío, su nombre completo, empezó a corta edad. Apenas tenía seis años cuando inició su formación profesional en una academia de canto, y aunque en un principio la música clásica no era su objetivo y anhelaba convertirse en una cantante pop, durante el primer año de clases pudo escuchar a una cantante de ópera y quedó cautivada con la experiencia.
Después de interpretar Lascia ch’io pianga, aria conocida por la cinta Farinelli, el ambiente de los teatros y la música barroca la conquistó. En una visita a un recital en el templo de Santo Domingo de Guzmán conoció al director Ignacio Toscano Jarquín, quien pidió los datos de la pequeña; cinco meses después llegó la llamada que cambió su vida.
A través de Toscano contactaron al director de orquesta James Demster, quien le dijo a Fanny y a su mamá que para iniciar su instrucción como soprano debía tomar clases en la Ciudad de México.
Con el paso de los años, Fanny ha ido perfeccionando técnica y conociendo la historia de su disciplina. “Estoy agradecida con mis maestros y con James Demster, con quien estuve tres años y me enseñó cosas que me hicieron ser mejor en el escenario”, señala.
Fue Demster quien recomendó a Fanny con Olivia Gorra para que la admitiera en su academia.
La soprano oaxaqueña recuerda que fue una experiencia inolvidable el presentarse ante la cantante de ópera internacional Olivia Gorra, en el Teatro Macedonio Alcalá, donde presentó su examen a puerta cerrada, interpretando la misma aria que conoció en Farinelli y que le mostró el mundo de la ópera.
Al final del examen, Gorra la admitió en su academia, donde aún recibe clases. Para ello sus papás hacen esfuerzos constantes, pues cada dos semanas debe recibir cátedra en la escuela ubicada en la CDMX.
Actualmente se alista para su primer recital en solitario en noviembre. A la par de su formación como cantante de ópera, Fanny sueña con convertirse en ingeniera química. Admite que la preparación debe ser constante, por ello, a su corta edad ha tomado clases de piano, guitarra, inglés, pintura, natación y pretende iniciar su preparación en francés.
“Si alguna vez les llegan a decir que no pueden, o que no lo van a lograr… no hagan caso, los obstáculos los ponemos nosotros mismos y hay que seguir adelante, aunque no lo logremos”, concluye.