Realizará Sedatu censo para saber cuántas viviendas se asientan en el derecho de vía del Transístmico
Según el diputado Pável Meléndez, integrante de la Comisión del Corredor Interoceánico que recorrió la zona, sólo en un tramo hay mil viviendas y se debe determinar cuántas deben ser reubicadas e indemnizadas
Juchitán.- “¡No nos moverán!”, es el grito de cientos de personas que viven en el Derecho de Vía (DDV) del Tren Transístmico y que ahora, con la modernización de las vías, temen ser desalojados.
En el tramo de Salina Cruz-Tehuantepec, particularmente en puntos de La Brecha a La Noria, los colonos han bloqueado los trabajos de limpieza, previo al cambio de rieles y durmientes en protesta porque maquinaria y grúas han roto tuberías de agua y porque han recibido amenazas de que serán desalojados por la empresa Ferrocarril del Istmo.
Fue en ese contexto que el pasado jueves diputados locales de la Comisión del Corredor Interoceánico de la 64 Legislatura, que preside Leticia Collado, recorrieron el trazo desde Ciudad Ixtepec hasta el puerto de Salina Cruz para supervisar parte el proyecto.
En ese recorrido, explica el diputado istmeño Pavel Meléndez, participaron funcionarios de la Sedatu, quienes realizarán un censo de todas las viviendas que se ubican en el DDV del tren para analizar si procedería una indemnización o reubicación.
Foto: Archivo. EL UNIVERSAL
Hasta el momento, dice el legislador, no se sabe cuál será la determinación final de la Sedatu, pero señala que tanto la empresa como la dependencia tendrán que “dialogar, conciliar y acordar” con las familias que construyeron sus viviendas cerca o dentro del DDV del ferrocarril, sin que ninguna autoridad se los impidiera.
“Tan solo en el tramo de Salina Cruz, conocido como la Estación Pearson, donde cargan los trenes, hasta el fraccionamiento La Noria, de Tehuantepec, hay mil viviendas, pero Sedatu hará el censo para considerar cuántas están asentadas sobre el DDV, en los 300 kilómetros de largo”, dice el diputado.
Desde finales del año pasado en la zona norte del Istmo, pobladores de los municipios de El Barrio de la Soledad, Santa María Petapa, Matías Romero y San Juan Guichicovi advirtieron que no permitirían el desalojo pretendido por el FIT.
“La resistencia se mantiene. Mientras los funcionarios no cumplan con nuestras exigencias, como la de construir una universidad y un hospital, nosotros nos vamos a mantener firmes en nuestro rechazo a la modernización del tren y al desalojo de las familias”, sostiene el dirigente del ejido San Juan Guichicovi, Albino Pedro Juan.
“Si (las autoridades) tienen dinero para modernizar el tren con 3 mil millones de pesos, ¿por qué dicen que no cuentan con recursos para el desarrollo social que considere la construcción de un hospital y una universidad en la zona norte del Istmo? ¿No suena como a una incongruencia?”, cuestiona el líder ejidal.
Foto: Archivo. EL UNIVERSAL
Apenas la semana pasada, los pobladores de la comunidad de Ubero, que pertenece a Matías Romero, prácticamente expulsaron a los integrantes de la compañía que ganó la licitación en ese primer tramo ferroviario. Hasta ahora, en unos 120 tramos del tren, las obras están suspendidas y con cero avances.
Fue precisamente a esa zona norte a la que los diputados locales integrantes de la Comisión del Corredor Interoceánico que recorrieron parte de las vías del tren transístmico ya no acudieron.
“No, no tuvimos miedo de reclamos”, señalaron cuando se les cuestionó que no acudieran a la zona donde está activa la resistencia de los habitantes, quienes se niegan a desalojar el derecho de vía y a permitir las obras. “Iremos a dialogar con todos”, prometieron los diputados.