Que la pandemia que golpea al planeta y ha alcanzado los cinco continentes no haya tocado el territorio afro se debe en gran parte a la lejanía de estas comunidades, pero sobre todo a los retenes que han instalado las autoridades para frenar la movilidad y evitar el acceso a personas externas. Pero también por la la ausencia del retorno de migrantes o jornaleros del norte del país.
En estas comunidades el porcentaje de pobladores con raíces negras o que se asumen como afrodescendientes es mayor a 20%. Entre ellas están locidades de Santiago Jamiltepec, que tiene un 25% de pobladores afros; Villa de Tututepec, Mancuernos, Corralero, Guadalupe Victoria, Lagunas de Chacahua y Santiago Pinotepa Nacional, que posee 20% de habitantes afromexicanos.
De estas comunidades, la restricción más severa fue la que se estableció en el destino turístico de Lagunas Chacahua, ubicado enmedio de manglares y limitado por cuerpos lagunares, como su nombre lo indica, y las aguas del oceáno pacífico. Ante el miedo a este virus, por el momento nadie puede entrar ni salir a este destino de ecoturismo hasta nuevo aviso.
Mientras que en otros puntos de la región Costa se han impuesto toques de queda durante las noches y bloqueos donde se impide el paso a turistas y personas ajenas a la comunidad.
Para Rosa María Castro, representante de la Asociación de Mujeres de la Costa de Oaxaca (AMCO), estas medidas drásticas están ayudando en mucho a que el contagio y las muertes no avancen hacia la zona negra, ya que hasta ahora los casos positivos se han concentrado en poblaciones 100% indígenas de la región, y que se caracterizan por tener poca población negra.
En total, la Costa suma 19 casos positivos, de los cuales nueve pacientes se han recuperado y tres han fallecido.
Además, la activista considera que también ha ayudado que la comunidad negra no tiene la tradición de migrar hacia los campos agrícolas del norte del país, sólo lo hacen a los Estados Unidos, pero pocas veces vuelven, por lo que en esta contingencia no hay retorno de jornaleros u obreros, como en las poblaciones indígenas que han retornado ante el cierre de las empresas y los campos.
“Como AMCO insistí en que las autoridades municipales cerraran el destino de Chacahua porque el flujo de turista seguía a pesar de la alerta de casos en la Costa, al final lo cerraron. Estas medidas ayudan mucho a que la pandemia no llegue hasta los pueblos negros, que en mucho también tiene que ver porque están incomunicados y alejados de los núcleos urbanos donde hay más concentración de personas”, explica Rosa María.
Para esta organización civil que lucha por los derechos de las mujeres afros, la llegada del Covid-19 a la zona negra sería desastrosa, porque en materia de salud están en condiciones mucho más deplorables que las comunidades indígenas, ya que los pocos centros de salud que poseen apenas y tienen personal médico.
Además, agregan, de que nunca han contado con suficientes medicamentos e insumos para tener atención digna. Y los hospitales están a dos horas de distancias o más de los núcleos rurales habitados por el pueblo afromexicano.