“Ya eres famoso en Estados Unidos”, le dijeron al héroe de la bandera en Juchitán

Ángel Sánchez Santiago, quien el 24 de julio cumplió 57 años de edad, y vive en una modesta vivienda; "“mi bandera mexicana no puede estar tirada en el suelo", pensó al levantar el lábaro de los escombros tras el sismo de 8.2 grados que azotó a Oaxaca

Foto: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL
Sociedad 12/09/2017 13:16 Alberto López Morales / Corresponsal Juchitán Actualizada 15:53

La noticia le llegó el viernes como a las siete de la noche. Estaba de visita en casa de su papá. “¡Ya eres famoso! Estás en todos los noticieros de la televisión de Estados Unidos por tu acto de heroísmo”, le dijo por teléfono su hermano Adán, desde San Diego, California, donde reside desde hace 25 años.

¿Cómo?, preguntó Ángel Sánchez Santiago, un modesto obrero que trabaja por su cuenta en casa de sus suegros como herrero y soldador, quien minutos después del terremoto de la noche del jueves levantó una bandera mexicana y la “sembró” entre los escombros del palacio municipal de esta ciudad juchiteca.

“No supe que alguien me estaba filmando”, reveló durante la entrevista que en dos ocasiones, la última como las 17:30 horas de ayer lunes, se interrumpió bruscamente porque la tierra de Juchitán volvió a temblar. El video donde encuentra la bandera mexicana y la coloca entre los escombros se volvió viral en las redes sociales.

Detrás de ese “acto de heroísmo”, estaba la preocupación de Ángel por sus hijas de su primer matrimonio que viven en una colonia popular llamada Rodrigo Carrasco, en honor a un líder social que fue asesinado en los años 70. Para llegar a esa colonia debía pasar por el centro, donde está el palacio municipal dañado por el sismo y luego cruzar el puente peatonal.

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“Cuando terminó de temblar y vi que toda mi familia estaba bien en el patio de la casa, tomé la decisión de visitar a mis hijas Angelita y Teresa, que ya están casadas. En el camino me comprendí la magnitud de la tragedia. Me encontré con casas desplomadas, la gente llorando. En un callejón una mujer lloraba y gritaba una y otra vez: ¡mi mamá murió! ¡Mi mamá murió!”.

Mientras Ángel recuerda los pasajes que vivió esa noche del jueves siete de septiembre, su esposa Luz Mayra Vera Linares sale corriendo desde el horno donde elabora panes tradicionales y al lado de sus padres y sobrinos, pide a gritos el perdón de Dios y emite una plegaria para que deje de temblar. Una réplica o nuevo sismo acababa de sacudir la tierra.

“Al llegar al centro, en mi ruta a la colonia Rodrigo para ver cómo estaban mis hijas, vi que una parte grande del palacio se había caído. Ahí observé a varios policías que estaban arriba de los escombros que gritaban: ¡Juan! ¡Juan! Pregunté y me dijeron que buscaban a uno de sus compañeros que estaba de guardia al momento del sismo”, recordó.

Ante la desesperación de los policías, Ángel Sánchez Santiago decidió ayudar. Subió sobre los escombros y empezó a remover los trozos de piedra y tierra. Imposible. Era una infranqueable barrera de escombros. “Al bajar, vi una bandera tirada. Era una bandera que habían colocado en uno de los balcones del palacio para celebrar las fiestas patrias”.

Para muchos, “dicen que fue un acto heroico, pero lo único que hice fue levantarla del suelo. Tomé la bandera con mucho cariño y al voltear me encontré un palo de madera, la até en sus dos extremos y la “sembré” entre los escombros porque pensé que “mi bandera mexicana no puede estar tirada en el suelo y tampoco mi pueblo puede estar de rodillas frente a esta desgracia”, señaló.

Ángel Sánchez Santiago, quien el 24 de julio cumplió 57 años de edad, vive en una modesta vivienda ubicada en el callejón Ignacio Nicolás sobre Insurgentes entre las calles Francisco I Madero y Libertad, en la séptima sección al sur de esta ciudad. Para llegar a su domicilio en estos días es una odisea. Hay calles tapadas por derrumbes y por camiones que recogen ladrillos.

Sonriente, con el pelo entrecano y rodeado de sus pequeños sobrinos que no paran de gritar con sus alocadas carreras y que presumen que ya saben batir la olla de barro que contiene huevos para elaborar un pan conocido como marquesote, Ángel confesó que no se siente famoso y que tampoco le disgusta que sea un personaje buscado, pero que nada le incomoda.

En la escuela nos enseñaron que hay que respetar nuestra bandera mexicana”, dijo ángel, un juchiteco que estudió hasta la secundaria. No pude soportar ver que mi bandera estaba en el suelo. Por eso la levanté con cariño y la coloqué en lo alto de los escombros y también lo hice para mandarle un mensaje a nuestros paisanos que no debemos estar de rodillas frente a esta desgracia”, puntualizó.

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