Con iniciativas verdes, maestra empodera a mujeres de la Mixteca

Patricia Eduviges Silva López le agradece a la vida el tener una madre aguerrida que luchó para proteger a sus cinco hijas de la violencia de género y huir con ellas para llevárselas lejos de su comunidad,  donde la participación de las mujeres era mal vista,  incluso condenada, por las creencias indígenas.

La ahora  enfermera,  activista y docente,  impulsora de proyectos verdes, reconoce que esa experiencia de su infancia fue  un gran impulso en  ella  para  empoderar a las mujeres indígenas  y  convertirlas en “ingenieras” de proyectos sustentables que favorecen la defensa del agua, la alimentación y los lazos de paz con el medio ambiente.

“Viví una infancia de extrema pobreza en  la comunidad de San Luis Morelia, fuimos corridos y hasta nos quisieron encarcelar por considerarnos una familia ‘atípica’. Mi madre decidió sacarnos de ahí porque no quería esa vida para nosotras [sus hijas]”.

“Por mi experiencia,  creo que la violencia de género tiene  mucho que ver  con la crianza. Sobretodo en esta región, las mujeres somos víctimas de esa violencia”, relata.

Foto: Cortesía

Patricia comenta que ella y su familia se fueron a   Huajuapan a empezar otra vida, donde tuvo la oportunidad de estudiar y convertirse en enfermera, sin que fuera juzgada   por el hecho de ser mujer.

Relata que en el año 2004, tras el fallecimiento de su padre,  volvió a pisar esa comunidad  de la que  huyeron  en 1992: “Recuerdo que vimos todo igual, como si el tiempo no hubiera pasado por ahí. Me preocupó mucho el tema de la pobreza y la mala alimentación de los niños;  pensé que tenía que hacer algo por ayudarlos”, recuerda.

Preocupada por las carencias alimenticias de la comunidad, perteneciente al municipio de Santiago Tamazola, pidió ayuda de sus familiares para hacer diagnósticos y después tocó puertas en algunas  dependencias  estatales sin obtener respuesta.  No obstante, las dificultades que tuvo para llevar apoyos a los  más pobres no la detuvieron.

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Con la convicción de mejorar las condiciones alimentarias de las familias mixtecas que viven en situaciones de pobreza, fue que nació la asociación Mujeres en Desarrollo (Mudem). Su objetivo es llevar capacitación  y acompañamiento a   las indígenas en la elaboración de tanques para captación de agua, desarrollo de huertos de traspatio y, sobretodo, enfrentar la lucha por el rescate de los derechos del agua en la  Mixteca.

Ahora,  toman las decisiones. Patricia resalta  que  iniciaron con la creación de huertos,   pero  se enfrentaron a la escasez del agua, lo que amenazaba el crecimiento de las hortalizas;  por ello, se pensó en crear sistemas de captación para enfrentar este problema.

“Por el tema del agua, fue que empezamos  a trabajar  sólo con  mujeres, al  ser quienes tienen el principal contacto con ésta: son ellas las que se tienen que levantar temprano para ir a acarrear, preparar alimentos y  limpiar;   vimos que ellas son las que sufren más esta  problemática de la carencia”, dice.

Las mujeres reciben capacitación previa y acompañamiento tanto en la construcción del contenedor y los huertos, como años después durante su funcionamiento: “Ellas construyen los tanques de captación de  25 mil litros, agarran la pala y  el pico. Ellas son las ingenieras de su propio tanque”, comenta la activista con orgullo.

Al ser ellas las principales desarrolladoras, explica, se genera un cambio en sus casas y en sus vidas, pues ahora se involucran y  hasta dirigen  la toma de decisiones, debido a que, derivado  de su labor,  se atienden las carencias de los hogares indígenas,  y con ello se reduce la discriminación.

También,  han logrado empoderarse con  conocimientos respecto a  hacer conciencia sobre la importancia del cuidado de los recursos naturales,  amenazados por los efectos del cambio climático.

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La gestora en temas de salud resalta que con estas actividades han generado impactos positivos en familias de comunidades mixtecas como San Luis Morelia,

Santiago Tamazola, Benito Juárez,  Mariscala de Juárez, entre otras, donde se han colocado al menos 84 contenedores de captación de agua, que son acompañados de un huerto o un galllinero para aves de corral.

Este proyecto ha recibido el reconocimiento de autoridades estatales e incluso, fue uno de los 500 finalistas de los Premios Latinoamérica Verde en los años 2018 y 2019.

Patricia dice que seguirá trabajando en  beneficio de más familias, en temas de  salud y alimentación, ya que de ello depende el desarrollo:  “El tema de la salud tiene que ver con un equilibrio biológico, sicológico  y social, por lo que tenemos que  estar  en comunión con el medio ambiente”, reitera.