El pequeño Santiago no hizo “Pucheritos”. Pero lo venció la timidez. No se ruborizó, pero le llevó varios segundos interpretar un solo con su cornetín, frente a cientos que se aglutinaron bajo el laurel del zócalo capitalino.

Mediodía de intenso sol. Mediodía apacible en la Verde Antequera. Óptimo para disfrutar el tradicional concierto dominical organizado por autoridades estatales.

En el centro de la mirada y los aplausos, “Pucheritos”, una banda filarmónica infantil y juvenil de Ejutla de Crespo, que le tocó amenizar este domingo. Música tradicional, danzones, el “Jarabe ejuteco”, el “Dios nunca muere”, entre muchas piezas.

Aplausos para todas y todas. Niñas de cinco, seis, ocho años de edad; niños igual, que con esfuerzo de sus padres, desde hace más de un año aprenden el solfeo y la manipulación de los instrumentos de viento, bajo la batuta del director, Uriel Agustín Molina Altamirano.

Pequeños como Santiago, de ocho años, con el cornetín; o Luz Alín, cinco años, con su clarinete; Ulises, siete años… corta edad en la agrupación de 20 miembros, pero muchas ilusiones por destacar. Sólo que:

“Hasta ahora no tenemos apoyo alguno, la asociación es privada, todos los padres de familia cooperan; si queremos ir a tocar a un lado, tenemos que buscar lugares dónde ofrecernos. Cuando hay concierto buenos donde nos invitan, como éste, los papás ponen de su bolsa, eso lo ven como inversión a largo plazo”, dice el director.

Cinco generaciones lleva “Pucheritos”; la cuarta tocó este domingo, la quinta, en ciernes, con el apoyo de la responsable del programa, Danely del Carmen Silencio Ortega.

Pero hay una súplica:

“Sí se requiere el apoyo de otros lados, donaciones de instrumentos; para los papás es tedioso que les estemos pidiendo cooperaciones para comprar equipos, por la situación económica generalizada. Ojalá nos apoyen”.