El artista explicó que en la ciudad de Querétaro se creó un espacio conocido como "El Jardín del Arte", donde uno de los fundadores observó sus habilidades y decidió abrirle un lugar para que el joven artista se desarrollara.

El primer acercamiento de Merino López con la pintura fue a través del grafiti, cuando estudiaba el nivel secundaria, etapa previa al bachillerato, expresión que lo atrapó cuando conoció el aerosol e imaginó su potencial.
Fue un impulso y una señal para que Merino se dedicara de lleno al arte, a explotar su ingenio. Ese "aparador" funcionó a tal grado que su trabajo llamó la atención en el extranjero y le reportó una invitación para viajar a Europa, pero la falta de recursos lo ha detenido en México.
"Se supone que en Europa debía haber estado desde hace un mes pero lamentablemente por muchas situaciones económicas y personales, todavía sigo en México", explicó.
El artista contó que trató de manejar las cosas de la mejor manera con la gente que lo invito y les ofreció disculpas por su inasistencia lo cual fue bien visto por los anfitriones, quienes le extendieron la invitación para que asistiera en 2019.
Su objetivo y el de otros de sus colegas es que la gente empiece a conocer el trabajo artístico no solo los pueblos originarios de México sino de toda Latinoamérica, por lo que ya he hecho lazos con artistas de Chile y Argentina para presentar proyectos.
nrv