El Gratín, la pizzería de Oaxaca que resurge de los escombros

Casa que albergaba el negocio colapsó por sismo del 7 de septiembre; “al menos si tiembla, nada se nos caerá encima”, bromean clientes

Este lugar se convirtió sin querer, en la bandera de los comerciantes que se levantan solos, sin apoyo institucional. (MARIO ARTURO MARTÍNEZ. EL UNIVERSAL)
Sociedad 13/10/2017 09:45 Roselia Chaca Juchitán de Zaragoza, Oaxaca Actualizada 09:45

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¡Ya abrimos!, se lee en una cartulina pegada sobre una de derruida pared del salón principal de lo que, hasta hace un mes, era una casa tradicional de teja que alberga la pizzería El Gratín en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.

No hay techo ni fachada, mucho menos puertas y ventanas, ni un letrero que anuncie el giro del local, pero no hace falta, las sillas y mesas a la intemperie hacen ahora la función de publicidad. Los comensales bromean con la situación, al menos si tiembla nada se les caerá encima, aseguran.

El local, ubicado en el primer cuadro de la ciudad zapoteca, llama la atención por ofrecer el servicio de restaurante en una casa colapsada por el terremoto del 7 de septiembre.

Este lugar se convirtió sin querer, gracias a la desgracia, en la bandera de los comerciantes que se levantan solos, sin apoyo institucional.

Enrique Morales Rasgado, uno de los encargados de este negocio familiar, está sorprendido por la respuesta de la gente ante la idea de abrir a pesar de no tener más que paredes y un horno; sin embargo, no tenían de otra, la crisis está muy fuerte y de ellos dependen 10 familias más.

“Íbamos abrir el 23 de septiembre, cuando se vino el segundo sismo, tuvimos que esperar una semana más, ya no podemos seguir sin trabajo, así que nos arriesgamos a pesar de las constantes réplicas, no tenemos techo ni pared principal, estamos algo así como en la calle, como todos, cuando llueve pues no se puede, sólo en el interior que tenemos otro techo que no se afectó”, explica el joven que lleva aproximadamente tres años en el mercado de las pizzas.

Sin apoyo. Como comerciante, dice, ni una autoridad, ni municipal, estatal o federal se le ha acercado para apoyarlo con algún programa, ni siquiera pudo acceder a un folio para incluirse en el Fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) por no ser una vivienda, a pesar de que el inmueble tenga todas las características de una casa habitacional.

“No entiendo por qué no aceptaron que entrara el inmueble en el censo, cuando es una vivienda, aunque funcione como local comercial. Debido a esa regla no entramos y no tenemos folio, por lo tanto no queda más que seguir adelante, trabajar por propia cuenta para salir de esta situación”, explicó Enrique Morales.

Sobre el apoyo de 10 mil pesos a contribuyentes que lanzó el gobierno federal, tampoco logró anotarse, así que sólo le queda buscar un préstamo bancario, pero no le convencen los intereses, así que se conforma en sobrevivir hasta donde pueda.

A sus oídos llegó la noticia del Programa de Apoyo a Empresas Afectadas por los Sismos, que no es más que un financiamiento en condiciones preferenciales, que puede destinarse para la reposición de insumos, mercancías, materia prima o maquinaria y equipo; así como para la reparación, reconstrucción o remodelación de inmuebles, pero aún no está convencido de arriesgarse con un créditos de sustitución y liquidez que va de hasta 6 años y 11.5% anual fija.

Este programa, que no conocen la mayoría de los comerciantes de Juchitán, tiene como propósito contribuir a la recuperación de las zonas afectadas por la ocurrencia de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017, a través del financiamiento a Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (mipymes), así como Personas Físicas con Actividad Empresarial (incluyendo RIF), para que realicen las inversiones que requieran para restablecer su capacidad productiva y preservar las fuentes de empleo.

La pizzería fue remodelada hace un año conservando la estructura arquitectónica, por lo que todos los ahorros familiares se vino abajo con el terremoto, así que no están en condiciones de volver invertir en la reconstrucción, por lo que tomaron la decisión de dejar el local tal y como se encuentra hasta el próximo año.

“En estas condiciones no podemos meterle más dinero al local, ni con préstamos, no sabemos lo que viene, así que lo dejaremos como está, quizás hasta el otro año lo reconstruyamos. Hasta ahora hemos tenido buena respuesta y lo que quedó en pie está en buenas condiciones y no pone en riesgo a los clientes”, detalla.

El Gratín abre desde el mediodía y cierra después de la media noche, es uno de los negocios más visitados en el centro de Juchitán por las noches a pesar de lo fantasmal que está la zona comercial de esta población zapoteca del Istmo, que según la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano encabeza la lista de municipios con el mayor número de viviendas afectadas con 14 mil 920.

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