Para no abandonar estudios, alumnas foráneas crean red para vender productos regionales
Ante la emergencia sanitaria por Covid-19, 25 mil alumnos de la UABJO tuvieron que decidir entre quedarse en la capital y costear rentas y gastos pese a no tener clases presenciales, o volver a sus comunidades
Oaxaca de Juárez.— Cuando Yarveth Reyes Osorio se quedó sin trabajo a causa de la pandemia de Covid-19 que se extendió por todo el país, se dio cuenta que tenía dos opciones ante ella: regresar a su comunidad, Santiago Yosundua, ubicada en la región Mixteca, y resignarse a abandonar sus estudios, o encontrar la forma de continuar en la capital y conseguir los recursos para resistir. Escogió la segunda.
Yarveth tiene 23 años, estudia el séptimo semestre de la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), y desde que inició su carrera es económicamente independiente, pues siempre ha trabajado para mantener su estadía en la capital, como estudiante foránea.
Según datos de esta universidad, como ella, ante la emergencia sanitaria por Covid-19, 25 mil alumnos de la UABJO originarios de las distintas regiones del estado tuvieron que decidir entre quedarse en la capital y costear rentas y gastos pese a no tener clases presenciales, o volver a sus comunidades y enfrentarse a limitaciones como la falta de acceso a internet, que les deja en desigualdad para continuar con sus estudios.
En el caso de Yarveth, ser despedida de la consultoría en administración en la que se desempeñaba como secretaria significaba prácticamente abandonar la carrera, al menos momentáneamente, pues tomar clases en Yosundua no es viable.
“Por la orografía no hay señal de celular, el internet satelital además de costoso, se cae constantemente, y el ingreso familiar también disminuyó, no daba el presupuesto”, cuenta en entrevista.
Foto: Cortesía
Fue entonces cuando la joven comenzó a idear una forma de conseguir los recursos que necesitaba para seguir estudiando y contactó a una amiga de Huautla de Jiménez, en la región Cañada, que estaba en una situación similar, y cuya familia se dedica a la producción de miel de abeja, con la intención invertir sus ahorros en ese producto y comercializarlo en la capital y mantenerse con las ganancias.
Juntas comenzaron a materializar la idea de una red de estudiantes foráneas que tuvieran como fuente de recursos la venta de productos de sus regiones, lo que además de ayudarlas a seguir estudiando, activaría el comercio local, también paralizado y llevaría al clientes productos orgánicos de calidad.
“No somos las únicas que estamos en esta situación, hay que llamarnos y unirnos. Decidimos que no fuera sólo de nosotros, sino que fuera algo que pudiéramos compartir, para ayudar a más alumnas y vender más”, cuenta.
Así es como surgió la Asociación de Mujeres Estudiantes Oaxaqueñas (AMEO), iniciativa que a un mes de nacida ha incluido a ocho alumnas de la UABJO originarias de distintas regiones, ya tiene identidad y etiquetas gracias a que el artista Nelson Niño les donó una de sus obras para convertirla en logotipo y ya están en camino de formalizarse como una asociación.
A un mes de lanzada la iniciativa, las jóvenes ya también comercializan café de Pluma Hidalgo, de la Costa; dulces de tamarindo del Istmo de Tehuantepec; servilletas y blusas bordadas de los Valles Centrales, y están por lanzar mezcal artesanal y tostadas horneadas de San Raymundo Jalpan, y Pan y queso de Santiago Minas.
Foto: Cortesía
Además de Yarveth, quien tuvo la idea, también participan Pilar Cruz, Mayte Pastrana, Erika León, Johana Martínez, Karen Raveles, Lucero Sánchez y Monserrat Castro. Todas estudiantes de carreras como Derecho, Administración, Arquitectura, Contaduría y Gastronomía.
“Queremos hacerlos más grande, somos una red de manos de apoyo y lo que buscamos es que las mujeres sean independientes económicamente, empoderarlas, porque cuando alguna vive violencia, ésta se acentúa si depende al 100% de la pareja. Somos un proyecto feminista”, relata la estudiante de derecho.
Yarveth se escucha contenta. Dice que el proyecto ha avanzado rápido, ha sido muy bien recibido y los clientes han llegado solos, a través de las redes, por lo que siempre tienen productos listos para venta. Por el momento son unas 20 personas quienes ñas han conocido y adquirido algún producto, todos con la promesa de volver a consumirles.
La joven confiesa que de no haber arrancado con la red, probablemente ya no estaría estudiando porque a pesar de que ha tocado muchas puertas no ha logrado conseguir trabajo.
“Sí pasó por mi mente dejar la carrera, pero dije no, voy a quedarme, porque salir del pueblo es muy difícil y cuesta mucho, económicamente y sicológicamente. Yo siempre he vendido cosas, así que tuvimos que aprovechar esta misma crisis para crecer”, finaliza.
Amigos, ¡tenemos café, directamente de Pluma Hidalgo! Gracias a la colaboración de Fila diamante cafe" por permitirnos...
Publicado por Asociación de Mujeres Estudiantes Oaxaqueñas-AMEO en Jueves, 1 de octubre de 2020