Con luz y sombra, proyectan arte y poemas zapotecas
Convertida en biblioteca pública, ahora alberga un proyecto de identidad cultural
En el Istmo de Tehuantepec es la primera vez que artistas zapotecos se unen y realizan una instalación que utiliza la luz del sol para proyectar en el suelo poemas y dibujos que dan un toque más personal a una vieja estación de ferrocarril convertida en biblioteca pública en esta ciudad.
El sismo del 7 de septiembre de 2017 fue el pretexto para recuperar espacios históricos y convertirlos en bibliotecas, ese fue el caso de la vieja estación edificada sobre la línea del Ferrocarril Panamericano, inaugurado el 1 de noviembre de 1904 y que desde 1908 comunicó a los poblados de la costa de Chiapas y del Soconusco, con la frontera de Guatemala y con la línea de Tehuantepec, así como con el resto del país.
Foto: Roselia Chaca
Se trata de uno de los pocos edificios de Juchitán que están catalogadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y uno de los que el sismo de 8.2 grados dañó severamente, a pesar de que ya había sido remodelada en años anteriores.
Lleva el nombre de Biblioteca Municipal José F. Gómez, concluyó su reconstrucción un año después del sismo y fue reinaugurada con una oferta de 8 mil títulos para el público. La obra estuvo a cargo del arquitecto Joao Boto Caeiro y tuvo una inversión de 3 y medio millones de pesos, con la participación de la Fundación Alfredo Harp Helú y el respaldo de la Red Nacional de Bibliotecas.
Foto: Roselia Chaca
El Taller de Arquitectura Root studio rediseñó el espacio que resguarda la colección de libros, un salón para niños donde reciben talleres y, además, adecuó una sala para exposiciones.
Pero el espacio más llamativo es el corredor artístico con un techado de metal en donde se grabaron con láser varias imágenes del artista Demían Flores, así como textos en zapoteco y en español de las poetas Irma Pineda y Natalia Toledo.
3.5 mdp es el monto que se destinó para la reconstrucción de la Biblioteca Municipal José F. Gómez.
Este corredor permite a cierta hora del día que la luz del sol atraviese los trazos en el metal y se proyecte la sombra en el piso, creando las imágenes y los poemas.
Con esta intervención se busca acercar a los visitantes, además de disfrutar un bello edificio histórico, a la literatura binnizá. Y sobre todo que los niños conozcan su lengua madre y que reconozcan las imágenes del pintor Demian Flores.
Foto: Roselia Chaca
La idea de la instalación utilizando la luz del sol, nueva en el Istmo, ya había sido utilizada en países como la India, donde el artista conocido como Dakú comenzó con un movimiento donde utiliza luces y sombras para proyectar extensos poemas con largos paneles de alambres, colocadas sobre las avenidas principales de las ciudades.
La propuesta ha sido reproducida en varias partes del mundo y ahora llegó a Juchitán.
El arquitecto Joao Boto Caeiro también estuvo a cargo de la primera etapa de la reconstrucción de la Casa de la Cultura de Juchitán y participó en la construcción de varias casas resistentes a sismos utilizando elementos naturales y de la región, las cuales fueron donadas a damnificados