Sin médicos ni hospitales: 200 mil indígenas de la zona norte del Istmo temen a la pandemia

Hay un miedo creciente entre la población porque los dos hospitales de la zona norte y mixe no tienen la capacidad médica para enfrentar fuertes padecimientos

Sin médicos ni hospitales: 200 mil indígenas de la zona norte del Istmo temen a la pandemia
Foto: Edwin Hernández
Sociedad 14/04/2020 13:27 Alberto López Oaxaca Actualizada 13:30

En la zona norte del Istmo de Tehuantepec, unos 200 mil habitantes de ocho municipios indígenas, incluidos los de María Lombardo y San Juan Mazatlán Mixe, están temerosos ante la llegada de la pandemia del Covid-19, debido a que la infraestructura hospitalaria es sumamente débil. 

Hay un miedo creciente entre la población porque los dos hospitales de la zona norte y mixe, como el de Matías Romero, que es del IMSS y el de María Lombardo, que depende de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), no tienen la capacidad médica para enfrentar fuertes padecimientos,  y con el Covid-19 sólo observamos un panorama sombrío, dice Guillermina Luría Isidro, una activista voluntaria que defiende los derechos de las mujeres en temas de salud.

Cerca de 200 mil pobladores que pertenecen a las etnias mixe, zoque, zapoteca y chinanteca, señala Guillermina se sienten desamparados.  En sus recorridos por las comunidades, explica, la gente le pregunta si recibirán la atención médica y cómo. “¿Médicos y enfermeras ya tienen equipo para protegerse? ¿Ya hay medicinas en los hospitales?”, le preguntan.

Pobladores de Matías Romero, San Juan Guichicovi, El Barrio de la Soledad, Santo Domingo Petapa, Santa María Chimalapa y Santa María Petapa, además de las comunidades vecinas de San Juan Mazatlán (Cotzocón) y María Lombardo, sólo cuentan con unos 70 médicos de los SSO y 50 del IMSS que laboran en el norte del Istmo.

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Foto: Edwin Hernández

Para el asesor de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas Torres, lamentablemente, la mayoría de los centros de salud que operan los SSO y la Unidades Médicas Rurales (UMR) —que dependen del IMSS— no tienen médicos, enfermeras y tampoco disponen de medicinas.

“Por ejemplo, el médico responsable de la UMR de Mazatlán trabaja en esa clínica dos días a la semana de ocho de la mañana a una de la tarde, después se dedica a las cuestiones administrativas. Viaja al tercer día a las comunidades de Loma Santa Cruz, Rancho Juárez y  San Pedro Acatlán. Tiene a su cargo un universo de 12 mil personas y pocas medicinas”, relata.

Hace unos días, recuerda  Beas Torres, la Ucizoni pidió al gobierno federal un hospital de campaña en Matías Romero y que refuerce con insumos, medicinas y médicos  los nosocomios del norte del Istmo para que se atienda a pacientes con coronavirus. 

Las autoridades del hospital del IMSS de Matías Romero, encabezadas por su director Víctor Ángel Cruz Villalobos y el supervisor médico de la región V del IMSS, Mauricio Hernández Arellanes, admitieron ante  la Ucizoni que el hospital sólo tiene 39 camas y dos ventiladores para la atención de 33 mil 945 personas.

En ese encuentro realizado el pasado 4 de abril, las autoridades del hospital del IMSS informaron que, debido a la contingencia del Covid-19, pusieron en marcha en Matías Romero el Plan Estratégico Institucional del IMSS Bienestar, que consiste en la colocación de un stand portátil llamado filtro y una ambulancia para atender a personas con problemas respiratorios.

En el nosocomio se habilitó un área de aislados para la atención exclusiva de pacientes de Covid-19, que incluye vestidores, consultorios médicos y un   área para la atención de pacientes graves. “Nosotros seguimos demandando un hospital de campaña porque, si se desatan los contagios, éste será rebasado”, insiste Beas Torres.

En su recorrido virtual por la zona norte del Istmo, el asesor de la Ucizoni dice que el hospital  María Lombardo es el mejor ejemplo de abandono: hace tres años se descompuso el equipo de Rayos X y nadie lo ha arreglado. 

Explica que ese nosocomio nació para atender a 25 mil personas, pero actualmente sólo laboran dos médicos y tres enfermeras. Era un hospital de 30 camas, pero sólo sirven 12; el resto se echó a perder. 

“Con esa infraestructura hospitalaria deficiente, con la necesidad que la gente tiene de salir a vender y ganarse la vida diariamente y sin guardar la sana distancia, yo veo un panorama catastrófico”, alerta, Beas Torres.

Pide defensoría garantizar atención médica

Consultado por EL UNIVERSAL, Bernardo Rodríguez Alamilla, titular de la Defensoría  de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), dijo que la atención médica debe ser integral en la región del Istmo de Tehuantepec, debido a que cuenta con factores específicos que implican que las autoridades fortalezcan la atención médica, intercultural, así como estrategias en materia de seguridad, derechos humanos y economía, así como  tomar en cuenta las variantes lingüísticas de la población.

Ayer, el gobernador Alejandro Murat aseguró que en las comunidades indígenas de la entidad se cuenta con Centros de Salud en las zonas rurales con mayor concentración de personas, espacios que son el primer filtro al que los pacientes con síntomas relacionados al Covid-19 pueden acudir para su evaluación. 

Añadió que en caso de ser sospechosos  y requerir hospitalización, los pacientes son remitidos a los centros hospitalarios destinados para su atención especial, y que para ello SSO mantienen “una estrecha coordinación y comunicación para el traslado de quien así lo requiera”.

Este martes, se registró la primera muerte en esta región habitada en su mayoría por pueblos indígenas. Se trata de un trabajador del hospital de Juchitán, quien fue despedido sin el ritual zapoteca de la velación. En total, en el Ismto se contabilizan 2 casos de coronavirus, de los 44 qué hay en el estado, y otros tres más son sospechosos.

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