De acuerdo con la organización, el pasado 23 de junio Joaquín Zárate fue interceptado por cuatro personas vestidas de civil, quienes lo golpearon, amenazaron con arma de fuego y subieron a bordo de un vehículo tipo pick-up color blanco; en ningún momento estas personas se identificaron o mostraron orden de aprehensión para justificar su detención.
Por más de 24 horas, detalló, ninguna corporación policiaca del estado de Oaxaca dio información sobre el paradero del activista.
Incluso, dijo que interpusieron un juicio de amparo para exigir a las autoridades que informaran sobre la detención arbitraria, sin que ninguna de las responsables aportara datos al respecto.
Fue hasta el 1 de julio, aseguró la organización, que Joaquín Zárate logró entablar breve comunicación con su familia, a quien informó que estaba siendo golpeado y se encontraba al interior del reclusorio de Miahuatlán de Porfirio Díaz.
Joaquín Zárate, denunció, no ha podido tener visita o contacto directo con su familia o abogado de su confianza, violándose sus derechos humanos fundamentales, por lo que exigió que se le otorguen todas las garantías de debido proceso.
“Está compuesta por hombres y mujeres que de manera organizada exigen el cumplimiento de las obligaciones de autoridades, locales, municipales, estatales y federales”, comentó el organismo civil.
Consultada por EL UNIVERSAL, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca informó que la detención de Zárate Bernal es de competencia de la Fiscalía General de la República (FGR), y no del ámbito local.