"Golpe avisa": Con fotos cotidianas de la Central de Abasto exponen su historia de vida

Para Brian Chávez García, la Central de Abasto de la capital oaxaqueña es un espacio con una magia particular, donde emergen situaciones únicas, tanto como los personajes que las protagonizan, dignos de inmortalizarse en fotografías.

Por ello, desde hace más de un año, inició  un trabajo de recopilación fotográfica en la que tomó imágenes de los personajes más representativos de la zona del mercado, mismos que cautivaron su lente por su historia.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Brian, quien es diseñador gráfico de profesión, pero su pasión por la fotografía lo llevó a prepararse en  el Centro de Artes de San Agustín (CaSa), precisa que su trabajo consistió en caminar constantemente por la zona de la Central y conocer a la gente.

Foto: Cortesía Brian Chávez

Abunda que su interés nació tras vivir sus primeros 18 años cerca del mercado, tiempo en el que pudo conocer la un día normal del lugar y algunas de las historias que ahí sucedían: “La prisa por el riesgo de la zona, el trabajo y la cotidianidad hacen que pasemos de largo, sin notar lo que ahí sucede”.

La primera emisión de su serie “Golpe avisa” está conformada por 12 imágenes que se seleccionaron  con la guía de la fotógrafa oaxaqueña Tanía Bohórquez, quien fue  maestra de Brian en el CaSa.

Y es que en el lugar hay una infinidad de temas, desde la vida comercial hasta las actividades delictivas, ilegales y la vida de las personas indigentes que confluyen en el sitio, que suceden como parte de la cotidianidad del sitio; algunas de éstas no pudieron ser captadas por la cámara, indica.

“Parte de todo ese proceso de trabajo y fotografía derivó en el interés de un periódico que se distribuye sólo en la Central de Abasto, en reproducir las imágenes y las historias de las personas que aparecen en ellas”, cuenta.

Foto: Cortesía Brian Chávez

Las fotografías fueron instaladas en las paredes de la última calle de las Casas, esquina con Periférico, donde se ubica un negocio de artículos fotográficos.

“Lo ideal sería que el espacio se convirtiera en una especie de galería urbana, al aire libre, donde convergieran diversas miradas sobre la Central de Abasto”, señala y agrega que parte de su motivación fue mostrar su perspectiva de la zona que ha cambiado drásticamente a lo largo de los años, en parte, por la crisis y la delincuencia que prolifera en el lugar.

Aunque en un principio fue difícil acercarse para obtener las imágenes, con el paso de los días Brian fue conociendo, adaptándose y haciéndose parte del lugar: “En la central hay códigos propios con los que se comunican, se advierten sobre la llegada de alguien extraño o de la policía... cosas que las personas que no pertenecen ahí no se imaginan”, comenta.

Luego que los locatarios conocieran su trabajo, surgieron algunas propuestas para realizar talleres, destinados principalmente a los niños que forman parte de la comunidad del lugar; sin embargo, la pandemia propició que los proyectos quedaran aplazados.

Para Brian, ésta es la primera oportunidad de ilustrar la zona con imágenes de quienes ahí transitan. Pues sabe que, naturalmente, en la zona las fotografías pueden ser intervenidas e incluso arrancadas: “Hay gente que se recarga, que pasa y arranca un pedazo... sé que no durará para siempre, pero esa es una oportunidad para mostrar diferentes imágenes con el paso del tiempo”, finaliza.