Ciclismo de montaña para atletas “todo terreno” en Oaxaca
CIT-ATT es un centro de alto rendimiento que impulsa a sus alumnos a combatir la obesidad infantil
A Arnaud Rosete le gusta la adrenalina y anhela ser un ciclista profesional cuando sea grande. A sus ocho años ya se prepara en el ciclismo de montaña en el primer centro de entrenamiento de esta modalidad recién creado en Oaxaca.
“Quiero hacer downhill”, dice emocionado mientras entrena en el terreno del Centro Integral de Formación–Atletas Todo Terreno (CIF-ATT), en Tlalixtac de Cabrera.
“Mi papá hacía muchos saltos, él fue deportista”, platica al lado de Raúl y Benjamín, sus compañeros, a quienes los une la pasión por rodar en la montaña.
Ellos son los alumnos de Rodrigo Becker, el entrenador que fundó el CIF-ATT, inaugurado en noviembre de este año, pero que desde septiembre empezó a formar a los tres niños.
Ese es el objetivo de este espacio, dice el experto de ciclismo, incursionar a niños en esta modalidad deportiva para que tengan una vida integral, y para combatir la obesidad en la población infantil.
“Queremos formar niños que sean independientes, que se sepan mover, que sepan tener esa seguridad en ellos mismos, hacerlos responsables. Estamos promoviendo la actividad de los niños porque hay mucha obesidad en Oaxaca”, explica Rodrigo, originario del Estado de México, y que desde hace tres años y medio radica en Oaxaca.
Rodrigo dice que ama las montañas del estado y disfruta recorrerlas en bicicleta. Desde hace 17 años practica esta modalidad de ciclismo y actualmente está dedicado a entrenar a nuevos deportistas, por ello prepara a niñas y niños de ocho años en adelante, durante seis horas cada semana. Con este ritmo de entrenamiento, calcula Rodrigo, los menores estarán listos en unos seis meses.
Raúl Castellanos Pérez es uno de ellos, desea ser un ciclista profesional, pero dice que incursionó a esta disciplina inspirado en su padre, y por el deseo de bajar de peso. “Mi papá lo empezó a hacer, antes yo estaba gordito y quise enflacar, a mí no me gustaba el futbol, entonces me gustó el ciclismo cuando vi a mi papá”, cuenta con entusiasmo.
Además de enseñar el uso de bicicleta e impulsarlos a desarrollar sus habilidades en el pedaleo, Rodrigo también los entrena con gimnasia animal y artes marciales para la resistencia y el fortalecimiento de sus cuerpos.
“Los preparo para ser más fuertes y que puedan aguantar distancias, que puedan ser más rápidos, más equilibrados, que sean fuertes desde chiquitos”.
De esta manera, dice Rodrigo, está aportando para lograr una mejor niñez. “Esta es un área de oportunidad para todos los niños, tienen que estar bien, se tienen que mover, que sacar toda esa energía que llevan dentro para estar sanos, qué mejor haciéndolo con el ciclismo que a mí me cambió la vida”, expresa.