Desde España y EU, tres jóvenes reúnen despensas para combatir pandemia del hambre en Oaxaca

Convencidos de que ayudar es la mejor forma de contribuir a reducir la pandemia de la pobreza, Ruth, Elena y Fernando, desde hace dos meses, comenzaron con la iniciativa de repartir despensas y alimentos a personas en situación de calle, así como a familias de bajos recursos en la ciudad de Oaxaca.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Elena señala que la iniciativa surgió  luego deque ella, en diversas ocasiones, ha participado para   llevar comida a  familiares de pacientes que se encuentran recibiendo atención médica en el Hospital Civil.

Cuenta que en una ocasión, en una llamada telefónica con Fernando, su amigo de hace tiempo, él le compartió que, después de casi 100 días de iniciada la cuarentena que propició la emergencia por el Covid-19, pudo ver que las personas en situación de calle, vendedores ambulantes y familias de bajos recursos padecen para poder obtener lo necesario que garantice su subsistencia.

“Yo le dije: no tengo un peso, pero tengo manos y tengo pies... cuenta con ello y nos ponemos a trabajar para ayudar”, respondió Elena a Fernando al conocer su experiencia en las calles. Más tarde, Ruth se sumó a la iniciativa para la cual aportaron fondos propios, mientras que hablaron con algunas amigas que radican en España para poder juntar lo más posible, a fin de armar y repartir despensas.

“Armamos siete despensas, primero para las familias de bajos recursos y otras para personas en situación de calle”, relata Elena, y explica que la diferencia entre ambos tipos de despensa es que las personas en situación de calle no tienen la posibilidad de cocinar los alimentos.

Foto: Cortesía

El Censo de Personas en Situación de Calle, elaborado por el DIF Municipal en 2019, indica que en la ciudad de Oaxaca viven al menos 230 personas en esa situación, y de esa población 210 son hombres y 20 son mujeres.

 Hasta el momento, los gobiernos municipal o estatal no han anunciado un programa o partida presupuestal que destine alimentos o medios de subsistencia para esta gente durante la cuarentena, y tampoco cuentan con refugio temporal pese al riesgo de contagiarse de coronavirus.

Las entregas de estos jóvenes iniciaron de manera semanal, para 10 familias y para 20 personas que viven en la calle; sin embargo, con el paso del tiempo la ayuda tuvo que incrementar, pues a medida que comenzaron a recorrer la ciudad notaron que eran demasiadas quienes necesitaban ayuda. 

Ante ello, apelaron a la solidaridad de sus vecinos y conocidos, encontrando eco de ayuda especial en una de las pobladoras de Piedra de Sal,  en San Felipe, quien junto con su hijo radicado en Estados Unidos destinan dinero constantemente para comprar abarrotes que se entregan en las calles.

“Ha sido un movimiento que ha ido creciendo, empezamos tres y se han sumado personas de España, de aquí de Oaxaca, de Querétaro y de la Ciudad de México”, acota Elena. Han sido casi dos meses desde que  comenzaron y, hasta ahora, han beneficiado al menos a unas 200 familias.

En contraste, datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarollo Social (Coneval) puntualizan que alrededor de 226 mil personas en la capital oaxaqueña afrontan alguna carencia.

Los tres amigos recorren la ciudad en automóvil y acuden al Hospital Civil, a la Colonia Reforma, a los cruceros más importantes de la ciudad, al centro, a la Central de Abasto, la Villa de Zaachila y a una zona de San Felipe del Agua en donde 15 familias reciben apoyos de forma periódica.  El censo del DIF precisa que tan sólo en la zona de la Central de Abasto hay 125 personas en situación de calle. Por su parte, Coneval considera que más de 65 mil personas viven en extrema pobreza en municipios como  Villa de Zaachila.

Sobre sus recorridos, Elena apunta que “lo más triste ha sido ver la necesidad de la gente y no poder abrazarla, por las medidas sanitarias”; sin embargo, señala que cada persona a la que han entregado una despensa les ha dado algo como agradecimiento, ya sea un producto de los que venden o una muestra de afecto.

Elena, Ruth y Fernando han vencido el miedo de transitar entre las zonas más peligrosas de la ciudad para entregar alimentos: “En las calles hay personas sin comer, sin cubrebocas, sin posibilidades de guardarse en la cuarentena, pero muy agradecidas con quien quiere ayudarles”, apunta Elena.

Voluntad que suma

Con el tiempo, la iniciativa hizo eco en la organización Apoyo Mutuo Oaxaca, que ha destinado recientemente fondos monetarios para la compra de despensas que puedan ser entregadas en donde hay personas en situación de calle y familias que lo necesitan.

“Ellos se enteraron por alguien más de lo que hacíamos y nos contactaron para sumar esfuerzos, desde entonces trabajamos por los dos lados, con lo que nosotros tres recabamos  y en ocasiones con el presupuesto que ellos aportan para la causa”, afirma Elena.

Para el trío solidario, la idea es que la iniciativa persista aun cuando la actual contingencia sanitaria haya finalizado: “La pandemia por el coronavirus va a pasar, pero ¿la del hambre?”, cuestiona ella, quien está decidida a continuar hasta donde la normalidad, una vez que llegue, lo permita, sobre todo durante el invierno, cuando la situación para las personas en situación de calle se agudiza.

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