Con tequio, arte y murales vestirán la región de los triquis
El pintor Joel Merino impulsa un proyecto colaborativo en el que más de 50 artistas intervendrán paredes de 6 cabeceras
Dos mujeres que se miran de frente adornadas con una flor en el oído, una joven portando con orgullo la vestimenta del pueblo triqui y la imagen de un Emiliano Zapata de mirada profunda forman parte de una serie de murales que desde el año pasado visten las calles del barrio La Asunción, en Putla de Guerrero.
Las formas, pinceladas y colores que adornan las paredes de esta comunidad de la Sierra Sur se lograron gracias a un grupo de artistas que, sin recibir un sólo peso, han decidido donar su trabajo y sus creaciones al Festival Tequio ArteTinajuei, un proyecto que impulsa el pintor oaxaqueño Joel Merino, famoso por llevar la identidad triqui a las calles de ciudades de Europa, como París, Bélgica y Barcelona.
Luego de conquistar ese continente con su trabajo y su necesidad de dar a conocer la identidad de los pueblos originarios de Oaxaca, Joel decidió que era momento de realizar algo por su tierra.
Fue así como nació la idea de crear un proyecto que hermanara las visiones artísticas de la gente con la que ha trabajado en el extranjero, pero que sobre todo ayudara a visibilizar el talento que existe en las distantas localidades del estado, y que muchas veces no cuenta con apoyo para darse a conocer y seguir creando.
Foto: Cortesía
Con ese deseo en mente, Joel diseñó una serie de intervenciones de arte mural en las distintas cabeceras municipales asentadas en el área en la que se extiende el pueblo triqui, como Putla, Tlaxiaco y Juxtlahuaca, pero el proyecto tuvo tan buena acogida entre comunidades y artistas, que Joel pronto vio las condiciones y decidió abarcar, de norte a sur, casi toda la frontera de Oaxaca con Guerrero.
Así, el Festival Tequio ArteTinajuei, palabra en triqui que significa “hermano del alma”, pasó de tener la meta de intervenir muros en tres cabeceras municipales, a extenderse a seis: Huajuapan, Tlaxiaco, Juxtlahuaca, Putla, Pinotepa y Jamiltepec, por lo que abarcará tres de las ocho regiones de Oaxaca: la Mixteca, la Sierra Sur y la Costa.
“La gente me comenzó a buscar y me preguntaba por qué no lo llevábamos a otros lugares, así que esto poco a poco fue creciendo”, cuenta el pintor.
Para materializar este ambicioso proyecto, Joel sólo ha contado con el apoyo de artistas amigos y la gente de las propias comunidades, quienes, afirma, han arropado la propuesta y la han hecho suya.
Como ejemplo, menciona el caso de Huajuapan, la segunda ciudad que alberga al festival después de Putla y en la que actualmente se realizan los murales. Ahí, la comunidad decidió agradecer a los artistas encargándose de la fiesta y organizando una calenda para el día del cierre. La intervención en esta ciudad de la Mixteca arrancó el 12 y terminará el 22 de febrero.
“Es un proyecto que estamos autogestionando. Las cabeceras sólo ponen los muros. Viene siendo de mi bolsa más amigos y con la ayuda de la asociación FeelArt París, en la que colaboro”, explica.
En total, serán 50 los murales que el festival se propuso como meta y contemplan terminar en Jamiltepec a finales de mayo. Para lograrlo cuentan con la participación de más de 50 artistas, la mayoría son de ciudades como México y Querétaro, pero también hay invitados de España y Francia.
“La temática es la comunidad y sus distintas expresiones. Lo que se hace y se vive en cada una de ellas se logra a través de la relación entre el dueño del muro y el intercambio que hace con los artistas. La intención es fortalecer y enriquecer la cultura en las cabeceras”, expresa.
Sumar esfuerzos
Para Joel, la importancia de proyectos de este tipo radica en voltear a ver a los talentos locales que existen en las comunidades y que muchas veces su trabajo es ignorado o no se les da el apoyo para darlo a conocer.
“Lo empecé a planear porque observé que había mucho talento en las comunidades, pero, lamentablemente, no había actividades que fueran más allá de lo local. Lo que yo dije es que, si mi trabajo ya está siendo visibilizado, podía aprovechar eso para arropar a los nuevos artistas”, cuenta.
“El proyecto no es mío. Mi padre siempre me eseñó que cuando uno trabaja para la comunidad, el primer beneficiado es uno, porque somos parte de ella”, conluye convencido el muralista.