“Nunca tuve ningún interés, ni de coleccionar mi obra, ni la de otra gente. Cuando se habló de hacer la Casa de la Cultura, tenía algunos grabados que me habían regalado. Y en mis viajes hablé con Bramsen para que me vendiera obras. Otras me las regaló”, narró el pintor Francisco Toledo en el Centro de Artes de San Agustín (CaSa), durante la inauguración de la exposición Toledo/INBA.

En el CaSa se muestran 199 piezas de 57 autores distintos, aunque la colección donada en 2015 al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) consiste en 25 mil obras, de mil 400 artistas distintos. La selección muestra piezas que por más de 40 años han llegado a las manos de Toledo, algunas por intercambio, otras compradas a pagos y otras por obsequio de sus creadores.

Entre éstas se incluyen: Peintre et modéle, obra de aguafuerte y aguatinta, creada en 1964 por el pintor español Pablo Picasso; El niño del taco, una litografía de la autoría de Diego Rivera, creada en 1932; Los Proverbios (Los Disparates): El caballo raptor, de Francisco José de Goya y Lucientes, grabado de aguafuerte y aguatinta que data de 1799. En la exposición también se muestran obras del propio Toledo y de su hijo, el Doctor Lakra.

“Todos estaban muy honrados de que alguien se interesara, porque esa generación estaba un poco olvidada. Nadie estaba interesado en comprarles. Eso cambiaría años más tarde cuando el empresario Andrés Blaistein comenzó a comprar obra de esa generación, sobre todo pintura”, apunta el promotor cultural sobre piezas de Alfredo Zalce, Isabel Villaseñor, Carlos Mérida que son parte del conjunto gráfico entregado al INBA.

Los artistas plásticos contemporáneos mexicanos están presentes también en la selección que descansa en San Agustín Etla. El ilustrador José Luis Cuevas, fallecido el pasado mes de julio; el pintor istmeño, Sergio Hernández; el muralista y litógrafo jalisciense, José Clemente Orozco.

Francisco Toledo y Orozco se encontraron  en el taller Artepapel, en Villa Hermosa, Tabasco. “Orozco vio la pistola de aire se horrorizó y dijo: mi padre y Siqueiros la utilizaron tanto que la detesto. Entonces yo le dije que era cierto que Siqueiros había utilizado la pistola de aire pero era un instrumento muy antiguo, el primero que trabajó con esa técnica fue el hombre prehistórico al poner su mano sobre las paredes, luego a través de un carrizo escupía el líquido de color y retiraba la mano”, relata el pintor juchiteco en una columna de su autoría publicada el pasado mes de julio.

La litografía El franciscano José Clemente Orozco forma parte de los frescos que éste pintó en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en la Ciudad de México, en 1923 por encargo de José Vasconcelos y que engrosa la lista de obras de la recopilación.

Los muros del salón de exposiciones del CaSa, resguardan la litografía Bilbao y Galvarino, de David Alfaro Siqueiros, parte del mural Muerte al invasor, que el artista pintó en en la ciudad de Chillán, en Chile, dentro de la Escuela México.

En él aparecen personajes de la historia de México, así como personajes chilenos: el toqui Galvarino; Francisco Bilbao; el toqui Caupolicán; el joven Lautaro; Luis Emilio Recabarren; Bernardo O’Higgins y José Manuel Balmaceda.

De importancia social

La muestra del CaSa incluye obras que fueron empleadas para diversos fines de importancia social. Tal es el caso de las realizadas por Francisco Dosamantes, artista  y educador,  originario de la Ciudad de México, reconocido por ilustraciones educativas y trabajo gráfico en contra del fascismo. Él fue un miembro fundador del taller de gráfica popular y del salón de la plástica mexicana

Dos piezas de la gráfica de Dosamantes que se encuentran en la exposición, fueron utilizadas 1945 en una campaña nacional contra el analfabetismo. Además fue maestro de Francisco Toledo en la Escuela de Diseño y Artesanía de la Ciudadela, en la Ciudad de México.

También se exponen obras del artista danés Asger Jorn , el primer autor que tradujo libros de  Franz Kafka al idioma danés; su grabado del Odradek, un ser que aparece en el cuento Las preocupaciones de un padre de familia del escritor, está en la muestra del recinto cultural oaxaqueño.

La colección crece

En diciembre de 2016, la colección Toledo/ INBA recibió dos piezas del reconocido fotógrafo estadounidense Roger Ballen: Half blinded (1996) y Man drawing chalk faces (2000). Las fotografías fueron integradas al acervo, como parte de un intercambio entre ambos artistas.

“Mis fotografías evocan lo absurdo de la condición humana, pero también son registros de un viaje psicológico personal. Para mí, la fotografía es una forma de mirarte en un espejo”, dijo el fotógrafo al respecto.

Ambas  obras fueron parte de la exposición por el XX Aniversario del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB), que se celebró en mayo de 2016, en el recinto cultural ubicado en el centro histórico de la capital oaxaqueña.

Por un peso

Fue el 20 de enero de 2015, cuando el acervo de acervo consiste en 124 mil piezas de gráfica, pintura y fotografías fue entregado al INBA para su resguardo, cuidado y crecimiento, durante un evento público que se realizó en el patio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), sitio que también quedó bajo el resguardo de la institución, a cambio de un peso.

“Es deducible de impuestos y me lo voy a gastar yo solito”, exclamó el pintor luego de la entrega. El artista confesó que la decisión fue parte de las medidas para arreglar la situación fiscal del sitio cultural que permaneció bajo su tutela por 25 años, por el que adeudaba a la Secretaría de Finanzas 900 mil pesos que fueron pagados antes de la cesión.