Ya pasaron 10 años desde que Suilma dejó San Miguel Quetzaltepec, municipio del que es originaria y el cual está ubicado en la Sierra Norte. Entre los motivos por los que decidió incursionar en la moda fue darse cuenta que no conocía a ninguna mujer indígena diseñadora, una profesión que es considerada por algunos sectores como clasista y frívola; para ella fue un reto. También, el hecho de que en su pueblo natal se ha perdido el gusto por la vestimenta tradicional, algo que únicamente elaboran y portan los adultos mayores, por lo que la joven vio una oportunidad para rescatarla, preservarla y difundirla.

“Desde chiquita veía lo que hacía mi abuelita Linda, nos contaba esa historia de cada textil, cada figura, cada motivo, colores, esa cosmovisión de cada etnia, de cada artesano, que lo llamaba pensamientos ancestrales”, recuerda.
Para titularse, debía presentar un proyecto en el que la colección de las piezas estuviera basada en la cultura mixteca de Oaxaca, tanto de las regiones alta, baja, y de la Costa oaxaqueña. El proceso tardó un año: seis meses en investigación y diseño, y otros seis meses en la hechura de cada una de las piezas.

“La etnia Triqui nos narra la metamorfosis de la mariposa, desde que es un gusano, Amuzgos, nos cuentan a través del tejido la forma de pensar y manera de ver la vida, esa parte de la fe y deseos, su cosmovisión”, explica.
En el proceso creativo siempre está presente el origen, textil artesanal, fibras naturales y con una manera de hacer las cosas “slow fashion”.
“El arte textil artesanal es de los materiales más importantes, porque quiero compartir las vivencias y cosmovisión de los pueblos, no sólo de México si no de diferentes partes del mundo, a través de propuestas para un mundo actual; de esta manera permanecen en nuestra cultura”, afirmó.

“En esta colección de la Mixteca surgieron propuestas a través de serendipias, jugando con la composición y forma del quexquemetl, logramos obtener nuevas ideas y propuestas, como el quexquemetl prolongado y el blusón quexquemetl; con esto estamos hablando de propuestas con diseño mexicano”.
Para Suilma el futuro es incierto. Lo único que puede afirmar es que siguen cosas positivas para ella, para su marca y para su equipo.
“Los diseños que nosotros hacemos, nos llevan por los caminos precisos. Puedo decir que quiero ser una diseñadora muy reconocida, o quiero que mi marca sea súper conocida, pero esa no es la idea. Nuestras propuestas van más hacia el mundo del arte, es hacia donde me quiero dirigir”, concluye.