Se llenan otra vez calles de Oaxaca de fiesta y folclor

Sociedad 19/07/2017 20:34 Christian Jiménez Oaxaca Actualizada 22:01

Familias dedicadas al comercio en la Central de Abasto realizaron su propia Guelaguetza para compartir con propios y extraños

Fotos: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL

Fotos: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL

Fotos: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL

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Fotos: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL

Fotos: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL

Entre los intensos rayos del sol y la negrura del asfalto de la avenida Juárez Maza de la ciudad de Oaxaca, suena el “Jarabe del Valle”.

Hoy los niños, niñas, hombres y mujeres que pertenecen al comercio establecido de la Central de Abasto están de fiesta y comparten su Guelaguetza con propios y extraños.

Al frente del contingente, Martha Elena Acevedo Ramírez, comerciante y presidenta de Abasto de Letras, recuerda que la iniciativa por realizar la calenda de la Central y llevar las tradiciones oaxaqueñas por las calles, nació hace siete años, junto con el proyecto que promueve la lectura.

En las actividades que se organizan en la temporada de la máxima fiesta de los oaxaqueños, participan los 12 mil 500 comerciantes fijos de la zona más grande de compra-venta de la capital del estado; no obstante, desde varios días antes, la invitación para participar en la calenda y la Guelaguetza, se hace al público en general.

Este miércoles, el convite de invitación a festejar con todos los oaxaqueños, se realizó al ritmo de la banda “Pequeña del Valle”, que seguía en un contagioso zapateado al contingente de las “Chinas Oaxaqueñas” moviendo sus coloridas faldas al ritmo de la “Flor de Piña”. Al paso de la multitud que bailaba lo mismo sones que chilenas, los espectadores no dejaron pasar la oportunidad de bailar y aplaudir.

“Es nuestra costumbre reunirnos para festejar, debido a que es una temporada alta en ventas, la mayoría de los comerciantes no podemos ir al cerro del Fortín a ver la Guelaguetza, por eso organizamos nuestra fiesta”, declara Martha Elena.

Para participar en el recorrido que parte del estacionamiento de la zona seca del mercado, comerciantes preparan sus trajes tradicionales y sus mejores pasos para caminar o bailar hasta la explanada del templo de Santo Domingo de Guzmán y luego volver al punto de partida, donde se realiza una Guelaguetza.

A lo largo de siete años, las actividades que iniciaron con Abasto de Letras han tenido mayor respuesta, sumando participantes de distintas zonas de la ciudad. Esta tarde, también acudieron a celebrar y compartir tragos de mezcal entre los oaxaqueños y turistas que con asombro se contagiaron de fiesta.

La comerciante resalta que las fiestas se llevan a cabo también con el propósito de invitar al público a la Central de Abastos, un lugar seguro para las compras en familia y que poco a poco se ha convertido en un foro de actividades culturales.

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