“Por ello el valor nominal y estratégico de ‘mujer’, tal como ha sido entendido en diferentes partes del mundo. Si la titular desconoce el origen y sustento de esta política, es alarmante, pues es posible que sus siguientes acciones tendrán el mismo sesgo retrógrada”.
Para cambiar el nombre de Secretaría de la Mujer a la Secretaría de la Igualdad, explicaron, se tendría que tener un piso en común entre hombres y mujeres, lo cual no sucede en el país ni en la entidad.
“Para construir una sociedad realmente igualitaria, es necesario adoptar e implementar instrumentos que permitan acceder a igualdad de derechos a las poblaciones que se encuentran en desventaja, como somos en este caso las mujeres donde además de la condición de género, nos pueden atravesar otras condiciones como la clase, la opción sexual, la edad o el grupo étnico que merman el acceso a un proyecto de vida digno”.
Estos derechos humanos de las mujeres y que en parte deberían ser atendidos en la SMO en corresponsabilidad con otras instancias gubernamentales abarcan todos los aspectos de sus vidas, como salud, incluyendo la salud sexual y reproductiva, educación, participación política, bienestar económico, así como vivir libres de violencia, entre otros.
Ninguna con perfil feminista o antecedente que las vincule con experiencia en políticas públicas con perspectiva de género, atención a las mujeres o derechos humanos y violencia por razón de género.
“Lo cual, además de interrumpir la consolidación de dicha Secretaría, ha mermado las garantías y logros obtenidos a nivel institucional para el avance de las mujeres en cuanto al acceso a sus derechos humanos”.
Además, recalcaron que la falta de claridad en los objetivos y liderazgo de la SMO ha detenido el impulso de los mecanismos estatales para la atención, prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres ejercida por razón de género, relegando a las mujeres de la agenda pública.