Bicicleta, arma contra el acoso y la inseguridad

Sociedad 22/09/2017 11:17 Evlin Aragón Villa de Zaachila, Oaxaca Actualizada 14:54

“Bici-bles”, un grupo de adolescentes quienes buscan romper con el machismo de las zonas marginadas de Zaachila

La ong Sikanda entre otras actividades promueve el uso de bicicleta en niñas de secundaria como método de empoderamiento femenino.

Fotos: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL

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Las colonias en los márgenes de la ciudad de Oaxaca se caracterizan por su rezago social, colonias como la Vicente Guerrero y aledañas, son el lugar de trabajo de esta ong.

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Las niñas de esta colonia ven el uso de la bicicleta no solo como un transporte, también como un método de afrenta a la sociedad quien les dice que por ser niñas no deben usar bicicletas.

Fotos: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL

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Un grupo de jóvenes mujeres hacen de la bicicleta su principal herramienta de empoderamiento, aseguran que esto les ha permitido romper el miedo de salir a la calle, debido al acoso que se ha vuelto cotidiano en una zona que enfrenta un contexto de violencia, pobreza y marginación.

Se trata de “Bici-bles”, 20 adolescentes de entre 14 y 16 años que habitan en los alrededores del tiradero de basura de Zaachila, quienes, pese a las carencias que viven, buscan salir adelante de la mano de organizaciones civiles que se han percatado de la problemática que viven las jóvenes en zonas marginadas.

En este contexto, la organización Solidaridad Internacional Kanda (SiKanda) inició  un proyecto desde 2016 que busca disminuir las barreras de género y movilidad, empoderando a mujeres adolescentes a través de la bicicleta. Dalia, Naomi, Cecilia, Fernanda, Dulce María, Yuli y Nuvia son algunas de las jóvenes que, gracias al respaldo de la Sikanda, tuvieron acceso a una bicicleta y hoy  celebran el poder salir a las calles sin  miedo.

En una charla con EL UNIVERSAL, la mayoría coincidió en que el uso de la bicicleta le ha cambiado la vida; unas relatan que han tenido prohibición de sus familias para usar la bicicleta por considerarla para hombres, otras de ellas  sienten seguridad de trasladarse   sin pensar que pueden ser atacadas por un desconocido en la  calle.

Nuvia Berenice vive en la colonia Rancho Viejo, a sus 15 años refiere que  su  familia aún cuestiona que utilice la bicicleta como medio de transporte.

“En mi casa, mi familia aún piensa que el uso de la bicicleta sólo es para varones, mi padre muchas veces me ha dicho que no debo usarla, creo que le da un poco de miedo el qué dirán, pero a mí no importa, yo salgo, aunque me griten en la calle cosas feas que siempre nos dicen”, explica.

La joven refiere que más de una vez ha tenido que enfrentarse a las burlas en la calle, ya que la gente sigue pensando que es cosa de hombres. Nuvia  asegura que  Sikanda se ha encargado de brindarle información sobre equidad de género, la cual contribuirá para reducir los índices de violencia contra las mujeres que se viven en la zona.

“Aquí se da mucho la violencia doméstica, los hombres están acostumbrados a pegarle a sus esposas porque creen que son sus dueños y nosotras no queremos eso, del uso de la bici me quedo con el sentimiento de libertad, ese no lo pienso perder”, refiere Nuvia.

El reciente conflicto en la zona, derivado del enfrentamiento entre colonos y la agencia Vicente Guerrero con integrantes del Frente Popular “14 de Junio” —quienes se acusan mutuamente de generar la violencia en el lugar—, no es ajeno para las jóvenes, por el contrario, ha mermado  su tiempo libre, al impedirles salir como antes, con o sin bicicleta.

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“Lo que nosotras queremos es un minuto para soñar, para dejar atrás la discriminación que vivimos, no sólo por vivir cerca de un tiradero de basura, sino por ser mujeres y atrevernos a usar la bicicleta sin que nos importe el qué dirán”, manifiesta Yuli Denisse,  joven que forma parte del equipo desde marzo del 2016.

La joven advierte que el acoso callejero permanece, con o sin el uso de la bicicleta, pero se siente más segura usándola.

Bici vs acoso callejero

Misheyla Ruiz, asesora de programas en Sikanda, confirma que el uso de la bicicleta ha conseguido que las jóvenes se apropien de las calles, donde existe alto índice de acoso sexual y eso deriva que en ocasiones las mujeres prefieran no salir para evitar ser víctimas.

Asegura que desde hace años utilizan el ciclismo como una herramienta, principalmente para romper estereotipos de género, ya que las jóvenes se enfrentan a varios mitos, incluso al que afirma que pueden perder la virginidad si montan bicicleta. También  se promueve el uso de la bici desde varios frentes, ya que  es un medio de transporte eficaz, que no genera mayores gastos y es seguro a diferencia de los  mototaxis, donde las mujeres reportan que han sufrido acoso al interior.

“Las chicas se muestran más abiertas, participativas, han coincidido que se sienten más seguras, no porque las calles dejen de ser inseguras, sino porque se apropian de ellas, se montan en su bicicleta y van más rápido para impedir ser presas del acoso sexual callejero. Es claro que, si alguien se les quiere acercar, pedalean más rápido”, señaló la asesora.

Tal ha sido la aceptación del proyecto que hasta tres varones se han incluido, por lo que ahora se nombran “Juventudes Bici-bles”, con la intención de incluir en las rodadas y talleres a cualquier persona que quiera participar, sin importar su sexo.

Es así que Axel y Carlos se han unido sin importar las críticas al interior de la escuela. Ambos jóvenes, que no sobrepasan los 16 años, coinciden en que su apuesta es por la sana convivencia con sus compañeras, con quienes salen a dar paseos en bicicicleta, por las principales calles del municipio de Zaachila.

Por lo pronto, la asociación civil ya valora extender esta dinámica a otros asentamientos marginados, con el propósito de transmitir a más mujeres el poder de sentirse seguras.

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