Pese a pandemia, obligan a María Elena a dar seguimiento presencial a su caso; piden habilitar procedimientos remotos
Intentaron analizar el caso sin perspectiva de género, señala abogada de la joven saxofonista; buscaban cambiar la acusación de feminicidio en tentativa a lesiones, y que se eliminara la prisión preventiva impuesta por el juez
Oaxaca de Juárez.— La defensa del exdiputado priista Juan Antonio Vera Carrizal, procesado como presunto autor intelectual del delito de feminicidio en grado de tentativa contra la saxofonista María Elena Ríos, ha buscado que el delito sea reclasificado y sólo se considere como lesiones, argumentando que el crimen no se consumó, señala Diana Cristal González Obregón, representante legal de la joven.
Argumentó, además, que no había pruebas suficientes para tipificar el delito como un intento de feminicidio, a pesar de que existen suficientes elementos probatorios contra el presunto autor intelectual y los materiales para responsabilizarlos por el ataque con ácido sulfúrico.
Así también, buscaban que Vera continuara el proceso en libertad y que se eliminara la prisión preventiva impuesta por el juez.
Para la abogada, este tipo de estrategias evidencia la misoginia a la que se enfrentado Malena, pues a toda costa se busca que se aborde sin tomar en cuenta el contexto de violencia previo que vivió.
“Intentaron analizar el caso sin perspectiva de género, lo que no corresponde a la realidad”, dice.
Pese a ello, la asesora logró que el delito quedara clasificado como tentativa de feminicidio, tras evidenciar la intimidación permanente que ha sufrido María Elena antes y después de la agresión, por los familiares de los presuntos responsables, por lo que se confirmaron las medidas cautelares.
La abogada explica que cuando culmine el periodo de ampliación de la investigación, habrá un periodo para aportar pruebas.
“Hay todos los elementos en la investigación para lograr una sentencia condenatoria; sin embargo, me preocupa la reparación del daño para María Elena, que es parte de su acceso a la justicia, porque le cambiaron la vida”, apunta.
A pesar de la vulnerabilidad en la que el ataque dejó a María Elena, la joven ha sido revictimizada por la propia Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), que ha obligado a realizar diligencias presenciales, incluso en el penal, donde tuvo que hacer un reconocimiento físico de los agresores, pese a la emergencia sanitaria.
Durante las diligencias, Malena fue víctima de intimidación por parte de uno de los hijos de uno de los imputados, hecho que fue reportado a las autoridades.
“La fiscalía no está facilitando los medios de comunicación como lo hace el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, que ha permitido el acceso a los procedimientos a través de medios virtuales”, dijo.
Ante ello, la defensora consideró urgente que la fiscalía pueda habilitar medios que permitan a María Elena y su equipo el acceso a los procedimientos vía remota.
En entrevista con EL UNIVERSAL, María Elena confesó que su lucha por hacer justicia contra quienes la agredieron y tener acceso a la reparación del daño ha sido desafortunado, en lo legal, físico y psicológico. "Tengo que ser una persona resiliente porque no me queda de otra, pero de parte de la fiscalía el desempeño ha sido deficiente en cuanto a su labor, a la forma en la que me han presionado para asistir y presenciar algunas audiencias", declaró.
Antes de la agresión, María Elena se desempeñaba como una talentosa saxofonista y gestora de pasaportes, argumento a través del cual los agresores se acercaron a ella. Ahora, la joven pide la “intervención urgente” del fiscal general de Oaxaca, Rubén Vasconcelos, para que tome cartas en el asunto sobre la “pésima labor de su personal”.