La joven de 23 años es originaria de Unión Hidalgo y estudió Ciencias Genómicas en la UNAM, una carrera científica multidisciplinaria enfocada al estudio de organismos, que incluye bioquímica, biología molecular y celular, además de matemáticas y programación bioinformática.
Desde hace dos años, Jocelyn está en el Laboratorio de Estudios Sociales de la Ciencia, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, estudiando la historia de la ciencia, particularmente la genética poblacional mexicana y sus implicaciones con narrativas identitarias de las personas y la articulación de discurso realizada en torno a los indígenas.
Foto: Cortesía
Desde niña, recuerda, uno de sus tíos le decía “científica”, pues desde los primeros años se interesó por las ciencias hasta llegar a inclinarse por la carrera que le ha cambiado la forma de ver y vivir.
Hoy no sólo propone una investigación en ciencias genómicas desde las comunidades, sino que busca acercar a mujeres a carreras de tecnología y el área STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés: Science, Technology, Engineering and Mathematics).
Además de ello, hace activismo sobre el dolor crónico en colaboración con Colectiva Germinal.
Cuando Jocelyn era estudiante en el campus de Cuernavaca, Morelos, asistía a clases con su traje tradicional, enagua y huipil, lo que desataba miradas y actitudes discriminatorias en la calles y algunas veces en el espacio educativo. En un principio, eso le provocaba furia pero nunca se intimidó, con el paso de los años decidió no molestarse y mejor se sumó a campañas que ayudan a concientizar sobre la discriminación, y el clasismo y racismo, como la que lanzó Conapred y en la que ella participó.
“El ejercicio científico siempre ha sido dominado por hombres, así que tener mujeres abriendo brechas y luego ser indígena es de suma importancia. Además, es necesario hacerlo visible, decirle a las niñas que estos lugares existen y deben de ocuparlos, que desde estos espacios se pueden lograr también grandes cambios en la comunidad”, cuenta Jocelyn.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la joven confiesa que no ha sido un trecho fácil.
“A mí me ha costado llegar hasta aquí, aun cuando tengo privilegios, así que desde la investigación científica quiero contribuir, algún día, a crear un red de científicos en mi comunidad que propongan los estudios necesarios para dar respuesta a problemáticas comunitarias y no esperar que externos lleguen y lo realicen desde su visión centralista.”, explica la joven vía telefónica.
Además de haber realizado estancia de investigaciones en la University of Exeter- Egenis y University of Washington, Jocelyn también fue la primera zapoteca que recibió una beca para estudiar Ciencias Genómicas en la UNAM.
Lo que espera es que las nuevas generaciones, luchen porque existan más mujeres indígenas en estas áreas, y que un pueblo como el zapoteco, cuyos hijos tienen la sensibilidad del arte, también puedan explorar el camino de la ciencia.