De acuerdo con la investigación, dos hombres que se desplazaban en una motocicleta se le emparejaron al vehículo, y dispararon a la cabeza de Pazos Ortiz.
A una década de distancia, los manifestantes exigieron castigo para los culpables del crimen del luchador social y con pancartas reclamaron a la instancia de procuración de justicia que se esclarezca el caso.

Al respecto, integrantes de la Asamblea de los Pueblos Indígenas (API) acusaron que a 10 años fel crimen aún se desconoce quiénes fueron los actores intelectuales, pese a que seis personas fueron detenidas, de las cuales sólo tres permanecen presas.
Ante ello consideradon que el crimen de Pazos Ortiz es una muestra de la impunidad que impera en el estado, pues lo mismo ha sucedido con los asesinatos de dirigentes e integrantes de organizaciones sociales que han sido asesinados o desaparecidos.
Manifestaron que durante décadas, en Oaxaca los dirigentes sociales han sido víctimas de estos crímenes y los ejemplificaron con lo sucedido en años de lucha social como 1968, 1971 y 2006.
Lucio Cabañas, Genaro Rojas, Rubén Jaramillo, y Víctor Yodo, quien fue desaparecido por el Ejército. Además, se demandó la presentación con vida de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel A. Cruz.