María Elena: la música y el saxofón como sanación emocional en esta pandemia
La saxofonista figura entre los 80 beneficiados del programa CurArte de Seculta: en su proyecto abordará la importancia de su instrumento en Oaxaca
Para María Elena Ríos Ortiz, la música es una terapia que le ayuda a sobrellevar el encierro por el riesgo de propagación del Covid-19. La joven, quien actualmente se encuentra en Oaxaca pasando la cuarentena, es una de las seleccionadas para el programa CurArte, lanzada por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Seculta).
La convocatoria beneficia a 80 artistas oaxaqueños que presentaron proyectos relacionados con las bellas artes y pueden ser desde interpretaciones, productos terminados, charlas didácticas, tutoriales u otro tipo de actividades, tanto en español como en alguna lengua originaria.
El proyecto fue lanzado el pasado 17 de abril y entregará 10 mil pesos a cada beneficiario, para “respaldar a creadores de arte durante la contingencia sanitaria”, por lo que se brindan estos incentivos “como una muestra solidaria a quienes no cuentan con un ingreso asegurado”, dice la Seculta sobre el tema.“
“Decidí entrar a la convocatoria porque nos encontramos en un tiempo en el que el encierro no es fácil de digerir. Comencé a retomar el estudio del saxofón y encontré una manera de incentivarme para retomar mis estudios y tener un estímulo emocional”.
Entrar al proyecto, dice, implica mayor esfuerzo y empeño para practicar su instrumento; sin embargo, María Elena ha encontrado en la música una terapia que la alienta a seguir rehabilitándose para recuperar sus habilidades.
Fue el martes pasado, cuando la joven saxofonista recibió la noticia: “Me sentí muy contenta, les gustó el proyecto y a mí me gustaría compartir conocimientos con los niños de diferentes comunidades. Además, es un incentivo para mí para ayudarme a hacer las cosas mejor”, cuenta Malena a EL UNIVERSAL.
Su proyecto se llama “La otra cara del saxofón” y se trata de transmitir a los músicos saxofonistas de todas las edades, pero principalmente a los niños, la importancia de ese instrumento.
“El sax juega un papel muy importante en la música desde hace más de 100 años de su creación. Es impresionante cómo está presente en comunidades alejadas de Oaxaca, donde persisten saxofones muy antiguos”, comenta.
Añade que en Oaxaca “desde que nacemos o cuando morimos, nos acompaña la música, por eso pienso que es un elemento muy importante”.
Malena reconoce en sí misma a una niña que creció en un pueblo tocando el saxofón y le llama la atención que las nuevas y antiguas generaciones toquen este instrumento sin explorar toda su capacidad: “Oaxaca es un lugar donde nacemos músicos natos... me gustaría llegar más allá de la comprensión e interpretación del instrumento”, acota.
Mucho antes de que la violencia extrema del ataque con ácido del que fue víctima pusiera en pausa su carrera músical en ascenso, la joven estudió Ciencias de la Comunicación en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y, posteriormente, culminó la carrera de Música con Especialidad en Saxofón en el Conservatorio de Puebla.
Por ello, para la joven, la música es el elemento característico de los oaxaqueños y la proyectan hacia otros estados y otros países. “Incluso, tocando piezas básicas, pueden alcanzarse mejorías en la interpretación de la música tradicional”, insiste. Ante ello, considera importante que los intérpretes conozcan el origen europeo del instrumento y exploren sus sonidos.
“Considero que es importante que el material didáctico que se genere llegue a los niños de las comunidades más alejadas, pues no siempre tienen acceso a herramientas que fortalezcan su educación musical y el conocimiento de sus instrumentos”, recalca.
Por el momento, el material que generará María Elena está dirigido a los saxofonistas de todas la edades, en español.
Respecto a la interpretación de la canción “La Llorona” con Ximena Sariñana, María Elena recuerda ese momento como algo increíble: “sin duda, fue una motivación para mí”, reconoce.
Rehabilitación en pausa
Debido a que se declaró la Emergencia Sanitaria ante el riesgo de contagio del Covid-19 en todo el país, la rehabilitación que María Elena recibía, tras haber sido atacada con ácido en septiembre pasado, quedó pausada.
“Me encuentro estancada en cuanto a la rehabilitación. Estamos viviendo una pandemia, la cual nos inhabilita de muchas actividades. En mi caso, se suspendieron las visitas al hospital para rehabilitarme, porque donde asisto fue reconvertido para atender a pacientes con coronavirus y, por lo tanto, no soy prioridad”, lamenta.
No obstante, la joven cuenta que para abonar a su recuperación emocional, ha practicado con su saxofón a diario, ingresó al proyecto CurArte y continúa estudiando, para aprovechar el tiempo de la cuarentena.
Foto: Cortesía
“He avanzado bastante, gracias a Dios y a mi familia que me motiva para seguir adelante”, afirma entusiasmada. A pesar de ello es clara al decir que lo que vivió no se borra por su deseo de levantarse. Y que su proceso para exigir justicia continúa más firme que nunca.
“Actualmente estoy parada, no tengo tratamiento médico y comienzo a deducir y mal pensar que la detención del hijo de Juan Vera Carrizal podría ser un pacto para no realizar una búsqueda y ejecución de su orden de aprehensión; un pacto que bajo la circunstancia de presentación y detención se pudo haber negociado. A casi ya dos meses de la captura, no se ha hablado sobre los avances sobre el arresto de su hijo”, dice.
Al respecto agrega que: tener el ánimo de continuar de alguna manera en el ámbito musical mediante cursos en línea, no quiere decir que esté bien física y emocionalmente, ya que le aterra no saber cuándo reiniciará su tratamiento, pues no ha tenido ningún avance y continuación de dicho proceso desde el inicio de la cuarentena.
“Que no se confundan y mucho menos echen en saco roto este crimen”, sentencia.
Asimismo, señaló cuestiona que en pasados días, la Fiscalía oaxaqueña haya realizado transmisiones en vivo con diputadas federales para motivar a las mujeres a denunciar la violencia de género durante la cuarentena, cuando “no pueden resolver casos como el suyo que ya tiene meses en conocimiento de las autoridades y que ha sido tipificado como intento de feminicidio”.
María Elena se refiere también a las conferencias online que la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) ha realizado con la titular de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña (SMO), Ana Vásquez Colmenares, sobre quien María Elena señala “no ha demostrado desempeñarse en favor de las mujeres”.
“Todas las mujeres necesitamos certeza de que nuestros casos están siendo atendidos”, dice lajoven y agrega: “Tengo muchos proyectos que tenía en mente antes del ataque. A pesar de eso, no se me han quitado las ganas de aprender, estoy levantada y sostenida sobre dos pies muy fuertes y espero que esto sirva de motivación para otras personas”, finaliza.