Tras quedarse Oaxaca sin Noche de Rábanos por la pandemia, Serafín dio vida a la tradición

Oaxaca de juárez.– Serafín Florencio Muñoz recuerda que en su adolescencia acudía con su mamá y su papá a la vendimia que se instalaba en el zócalo de la capital en la víspera de la Nochebuena. En ese entonces, la Plaza de la Constitución se llenaba de puestos de lechugas, rábanos y pescado para la vigilia.

“Ese es mi primer recuerdo de cómo empezó la Noche de Rábanos”, expresa, uno de los artesanos quien se ha convertido en referente de una de las festividades más grandes de Oaxaca: la Noche de Rábanos que se celebra cada 23 de diciembre, pero que este año fue cancelada ante el riesgo que representa la pandemia que atraviesa el mundo.

Actualmente, Serafín es trabajador de la Secretaría de Administración. Después de obtener grandes triunfos en el atletismo, hoy es el encargado del Parque de Beisbol Infantil Vinicio Castillo Soria. “Hace más de 20 años que tengo la oportunidad de servir aquí en el parque, me gusta mucho ayudar a quienes asisten y mientras tenga fortaleza aquí voy a seguir”, cuenta. 

Foto: Cortesía

Junto con esa responsabilidad, durante más de medio siglo ha usado su talento para crear monumentales obras de arte que emergen de lo más profundo de su creatividad y corazón y que han sido disfrutadas por las miles de personas que cada año se dan cita en la capital oaxaqueña.

Gracias a ese talento, el artista en figuras de rábanos originario de Candiani, ha recibido al menos una decena de premios y el reconocimiento y elogio de las autoridades estatales y municipales.

Además, gracias a sus creaciones tuvo la oportunidad de conocer a los artistas Rodolfo Morales y Francisco Toledo, y ha sido reconocido en libros que recopilan la historia de la Noche de Rábanos.

“La primera misa de Oaxaca”, “La Samaritana”, “Fiestas Patronales que inician con un Convite”, “Las Calendas, juegos artificiales, tirada de frutas, Lunes del Cerro”, o “Cómo nace la Noche de Rábanos, que originalmente era un tianguis”; además de “El Señor de los Muertos”, son sus obras más trascendentes y de las cuales siente el mayor orgullo.

“Tienes que amar lo que haces, poner el corazón en cada obra para transmitir a la gente todo ese cariño que le tenemos a esta tradición; así como el empeño y esfuerzo que lleva cada figura. En pocas palabras, enamorarse del arte para que los demás se enamoren también”, asegura Serafín. 

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A sus 73 años, el hortelano dice que ha logrado heredar el amor por esta tradición a sus hijos y su yerno, quienes el año pasado formaron parte del equipo que lo hizo ganar el primer lugar en el concurso y recibir nuevamente el premio de la mano del gobernador  Alejandro Murat.

Aunque Serafín lamenta que la pandemia haya provocado la cancelación de la Noche de Rábanos este año, el cariño por la tradición lo motivó a realizar junto a su familia una figura representativa a la cultura oaxaqueña y con ello darle continuidad a su arte.

“Cada premio y felicitación me impulsan a crecer en mi creatividad, a continuar creando y dejar un legado para quienes me sucederán. Hoy me siento pleno y orgulloso. Emocionado de saber que a mis 73 años he logrado formar parte de la historia de mi estado”, finaliza.