"Beatriz" deja daños, pero acaba con sequía

La presa de Jalapa del Marqués pasó de 14% a 80% de su capacidad. Gobierno local solicitó declaratoria de desastre para 126 municipios

Con 80% del envasado de la presa Benito Juárez se contará con el agua necesaria para regar aproximadamente 25 mil hectáreas de maíz y pasto en el ciclo agrícola de otoño-invierno (Cuartoscuro)
Sociedad 26/06/2017 18:26 Alberto López Juchitán Actualizada 18:26

La tormenta tropical Beatriz dejó sentir su furia sobre 127 municipios del estado, causó la muerte de siete personas, destruyó caminos, incomunicó a decenas de pueblos, dañó puentes y carreteras, provocó deslaves e inundaciones y dejó una oleada de reclamos entre la población afectada.

Frente a ese panorama —que comenzó el 1 de junio— las lluvias permitieron que la presa Benito Juárez de Jalapa del Marqués pasara de 14% a 80% de su capacidad y pusieran término a una sequía extrema que duró casi tres años en la región del Istmo de Tehuantepec.

Luego de que la Secretaría de Gobernación (Segob) emitiera el 3 de junio la declaratoria de emergencia para 127 municipios oaxaqueños afectados, el gobierno del estado solicitó la declaratoria de desastre para 126 municipios de las regiones del Istmo, la Costa y la Sierra Sur. Fue excluido San Felipe Zapotitlán, en donde sus 170 habitantes tendrán el apoyo del gobierno estatal.

 En un plazo de 20 días, a partir del martes 6 y una vez que los Comités de Evaluación de Daños presenten sus respectivos reportes, se conocerá el monto económico para enfrentar el desastre.

Contrastes. “Con las lluvias de Beatriz a muchos les fue muy mal, pero a otros les fue muy bien”, reconoce Tomás Chiñas Santiago, quien muestra su alegría porque con 80% del envasado de la presa “habrá agua para regar unas 25 mil hectáreas de maíz y pasto en el ciclo agrícola de otoño-invierno”. 

“Tenemos esperanzas de que habrá una buena producción de carne, de leche y de queso y que ya no van a seguir muriendo las reses debido a la sequía. Las lluvias hicieron que rebrotara el pasto”, comenta el presidente de la Unión Ganadera Regional del Istmo (UGRIT), Jorge López Guerra.

Contrario al ambiente de alegría que viven los campesinos y ganaderos de la planicie istmeña que lidiaron casi tres años con la sequía, en varias comunidades de la Costa, el Istmo y la Sierra Sur resurgió la molestia porque Beatriz descargó su furia y las incomunicó.

“Mi familia que vive en San Pedro Sosoltepec, que pertenece al municipio de Santa María Ecatepec, sigue incomunicada. En el pueblo viven unas 150 personas. Ahí está mi mamá de 80 años y nadie puede salir ni entrar porque el camino se tapó con mucho lodo y piedras”, relató Laura Martínez Avendaño, quien desde Huatulco alertó a las autoridades.

Los pobladores de San Pedro Sosoltepec quisieron retirar el lodo y las enormes piedras con las manos. No pudieron y desesperados pintaron con cal una enorme letra H sobre una parte plana del lomerío, como pista para que bajara el helicóptero con la ayuda, los víveres, el agua y para sacar a los enfermos. 

Sentados sobre piedras, con la cabeza agachada, cansados de tanto mirar hacia el cielo en busca de la aeronave, los pobladores claman por la ayuda. Desde el 1 al 8 de junio, nadie ha ido en su auxilio. 

Afectaciones en carreteras. Como los habitantes de San Pedro Sosoltepec, cientos de oaxaqueños de la Costa y Sierra Sur están atrapados en sus propias comunidades y carecen de víveres y medicinas desde el 1 de junio.

Un reporte de la oficina de Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), que dirige David Mayrén Carrasco, precisó a EL UNIVERSAL que tras el paso de la tormenta tropical Beatriz, la entidad registró 98 afectaciones en caminos y carreteras: 74 son estatales y 24 están bajo la responsabilidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

La principal afectación carretera federal ocurrió sobre el puente de Magdalena Tequisistlán, donde según reportes preliminares de la SCT, las lluvias socavaron seis pilotes que debilitaron la estructura. El puente se ubica en el Istmo y tiene una importancia por el traslado de mercancía como cemento y derivados del petróleo como gasolina, diesel y turbosina a la capital oaxaqueña.

En un comunicado difundido el martes 6, la SCT informó que el paso vehicular sobre dicho puente podría quedar listo en dos meses. Por ahora está suspendida la circulación vehicular entre el Istmo hacia la capital oaxaqueña por la carretera 190. El transporte foráneo traslada a los pasajeros en una ruta de 13 horas desde Tehuacán, Puebla, a Acayucan, Veracruz, y de ahí al Istmo. 

Lluvia quema cultivos. Antes de la llegada de la tormenta tropical Beatriz, pocos campesinos del Istmo se arriesgaron a sembrar sus maizales. Uno de ellos fue Humberto Santiago Guerra, quien llevaba invertidos unos siete mil pesos al sembrar dos hectáreas en el municipio de Santa María Xadani. “Todo se quemó por tanta lluvia”, dijo.

En su mano derecha sostenía el testimonio del desastre agrícola: una mata de maíz sembrada el 21 de mayo en espera de alguna lluvia. La mata amarillenta de unos 10 centímetros de altura fue el mejor testimonio que la lluvia jodió a los campesinos que sembraron unas mil hectáreas de maíz endémico como el zapalote chico.

“Hay daños por las lluvias”, dice Tomás Chiñas, quien lamenta que ni en desastres se anuncien los apoyos para los afectados. “Nos ofrecieron 105 millones de pesos para nuevos pozos, no se vale que Conagua niegue el dinero bajo el pretexto de que hay agua en la presa”, exclama el dirigente de los ganaderos juchitecos, Jorge López Guerra. 

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