Aunque actualmente este concepto sea un poco ajeno en los pueblos, las afros lo impulsan.
Mayra Herrera, representante de Muafro en Oaxaca, es contundente al señalar que desde hace cinco años han logrado constituirse como colectivo bajo la premisa de hacer conciencia, ante la propia comunidad y el resto del país, la triple discriminación de la que han sido víctimas: por su género, raza y clase social.
Para estas tres jóvenes afros el trabajo no ha sido fácil en una zona tan apartada y olvidada de Oaxaca, pero tampoco ha sido imposible. Ellas han logrado avanzar en la concientización sobre el rezago que poseen en salud, educación, explotación laboral y sexualización de sus cuerpos.
“Dicen que el movimiento afro comenzó hace 20 años, pero por los hombres. Hace menos de una década fue cuando la mujer negra comenzó hacer conciencia de lo importante que es su presencia y su voz para cambiar las condiciones en que vivían miles de mujeres afros.
En Collantes, hasta hace menos del tiempo en que nació Muafro, sólo los hombres bailaban la tradicional Danza de los Diablos, baile colonial que, aseguran, está dedicado al Dios negro Ruja y que actualmente se conserva; pero con la presencia fuerte de las mujeres abriéndose espacio, ahora existe un grupo de jóvenes, denominadas Las Diablas, que se suman al ritual ocupando el lugar que les corresponde en las tradiciones y costumbres de los pueblos negros.
Buscan hacer conciencia sobre la triple discriminación de la que han sido víctimas para erradicarla
Mayra Herrera y sus compañeras trabajan en el camino que une esfuerzos por mejores condiciones para las mujeres y sus pueblos, partiendo de sus raíces, identidades e historia, para luchar por su reconocimiento como sujetas de derecho, impulsando la participación de niñas y mujeres afromexicanas.
En Oaxaca la agrupación tiene presencia en Pinotepa Nacional, San Juan Bautista Lo de Soto, El Tamal, Corralero, Collantes, Cerro de la Esperanza, entre otras comunidades; así como en cinco municipios de Guerrero.
“Vamos lentas, tenemos poco en esta lucha por las mujeres afros, pero hemos logrado mucho. Un ejemplo reciente es que en el censo del Inegi las mujeres afros estuvieran representadas como encuestadoras (...) Hemos logrado elevar nuestras voces en foros nacionales e internacionales. Creo que ya nunca más habrá un México sin nosotras”, dice Mayra orgullosa.