Regla #1: Médicos no deben convertirse en pacientes, afirma especialista en Urgencias ante pandemia

Ulises Pérez Carrera, médico especialista en Medicina de Urgencias, asegura que la emergencia sanitaria por el Covid-19 revela con más objetividad un sistema de salud colapsado, así como las deficiencias del gobierno en la inversión que existe para este sector en México.

Adscrito a los servicios de urgencias de los  institutos de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado   (ISSSTE) y del Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, ha capacitado al personal para el tratamiento de los pacientes  con  coronavirus.

El especialista sostiene que la pandemia pone en jaque a las instituciones que por años se les ha descuidado, el déficit de medicinas, materiales y equipamiento de los hospitales es histórico.

“En circunstancias normales nuestro sistema de salud ha trabajado bajo condiciones de quiebra, siempre nos ha faltado equipo y medicinas y se le ha apuntalado poco. El problema grave es que la salud de la comunidad mexicana ha sido un botín para cuestiones político-electorales”, declara.

Ahora que el mundo atraviesa esta pandemia, Ulises Pérez cree que  emerge y se revela con más objetividad la gran deficiencia que existe en la inversión al sistema de salud mexicano: “Es cierto que nos faltan ventiladores para tratar a los pacientes contagiados por Covid-19, pero  ya nos hacían falta desde antes”, afirma.

El especialista opina que de la preocupación e indignación del personal médico y de enfermería frente a  la epidemia resultan principalmente en dos vertientes: la primera muestra  un déficit de equipos de protección individual, como mascarillas, batas impermeables, entre otros, lo que significa que no están preparados para la fase 3 de esta enfermedad y menos  ante un escenario en el que haya un gran volumen de pacientes contagiados de coronavirus.

Foto: Edwin Hernández

El doctor  Pérez Carrera expresa que siguen esperando a que llegue el material indispensable para tratar con estos pacientes, pues señala que  sólo ha llegado muy poco, por ello, la mayoría del personal trabaja con equipo de protección que ha comprado por su propia cuenta. 

Mientras que aquel equipo que se ha entregado de manera oficial es “racionado” por los directivos, y esto, señala, pone en una situación de riesgo al personal médico.

Comenta que otro motivo de  indignación para quienes están en los servicios de salud es que hay funcionarios que anuncian que existe equipamiento suficiente, el cual dicen que  ya llegó y se está distribuyendo; sin embargo, para quienes están en el terreno operativo, no han visto dicho equipo.

“Es igual a generar falsas expectativas, el decirle a la comunidad: ‘no se preocupen, hay equipamiento suficiente, todo está en orden’, cuando no es así. Me refiero a que sí hay déficit”, expresa.

La segunda preocupación, detalla, es que se desborden los pacientes contagiados por Covid-19. Epidemiológicamente se calcula que se tendrá un pico importante en el número de pacientes positivos, considerados para esta fase 3 y, de estos, habrá un número importante de pacientes graves que van a requerir atención intrahospitalaria.

Aunque la mayoría de los hospitales en Oaxaca ya avanzaron en la reconversión para brindar servicio a enfermos por este virus, es posible que el número de contagios supere la capacidad de atención.

Reglas para sobrevivir

El médico apunta que una de las recomendaciones —regla número uno ante esta pandemia— es que integrantes del  personal de salud  no deben convertirse en  pacientes porque genera daños a la fuerza laboral y, en consecuencia, a todo sistema.

“El personal hospitalario está mermando, porque una de las estrategias fue retirar a  todos los trabajadores que presentaran alguna condición de riesgo, como la edad, alguna enfermedad crónico-degenerativa; además de que los becarios también fueron retirados”.

Asimismo, considera que el punto a destacar es que al personal que se mantiene en servicio, que aguanta la presión, el estrés y que, aún así, está decidido a seguir trabajando, se le está descuidando al no suministrarles el equipo necesario.

“Por eso uno de mis llamados a nuestro gobierno es que de los pocos que quedan al pie de cañón en las salas de urgencias, en los hospitales, en medicina interna, terapia intensiva hay que cuidarlos  y brindarles todo el apoyo”, precisa.

Mientras que a los ciudadanos, el especialista les pide no interferir con las labores del personal médico y de enfermería: acatando las recomendaciones de quedarse en casa y otras medidas preventivas relacionadas con la limpieza e higiene personal; así como también no agredirlos, pues lamenta que de por sí deben enfrentar esta enfermedad que ha dejado más de mil muertos en México, resulta deplorable tener que cuidarse de los ataques de otros.

Finalmente, advierte que estas recomendaciones  no deben verse como una situación política, pues señala que todavía hay muchas personas que piensan que esta enfermedad no existe: “Quiero decirles que los médicos no nos prestaríamos a un juego político así, nuestra misión es diferente”, asevera.