Estudiante oaxaqueño crea una motoneta autosustentable

“Caminante rojo” fue pensada para personas de comunidades alejadas; no necesita gasolina y se recarga cada 12 meses, por ello es única en el mundo

La motoneta genera energía con la fricción de las ruedas, es autosustentable y tiene paneles solares para iluminación nocturna. (MARIO ARTURO MARTÍNEZ. EL UNIVERSAL)
Sociedad 28/11/2017 16:16 Lizbeth Flores Actualizada 16:48

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Del interés por crear un vehículo autosustentable y eficiente para habitantes de las zonas marginadas de Oaxaca surgió la idea para crear el  “Caminante rojo”.

Se trata de una motoneta creada, a base de  tecnología ecológica, por el oaxaqueño Víctor Ricardo Matías García, de 21 años de edad,  estudiante del tercer semestre de la carrera de Ingeniería en Mecatrónica, de la Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM), con sede en Huajuapan de León.

Cinco años de desarrollo

Desde hace cinco años, refiere Víctor, comenzó el desarrollo de la motoneta que llamó “Caminante rojo”, el vehículo produce su propia energía sin necesidad de usar combustible; su creación fue pensada para aquellas personas que pasan largas horas caminando para llegar a su escuela o trabajo desde comunidades de difícil acceso, incluso, en las que ni siquiera cuentan con  servicio de electricidad.

“Surge el crear un vehículo que ya no utilice gasolina, primero por las altas emisiones de dióxido de carbono y segundo porque en la sierra oaxaqueña no hay gasolineras, de ahí, un proyecto que fuera pequeño, ecológico y no necesitara recargar, ¿por qué?, porque en esas zonas no existe electrificación; entonces no puedes darle a esas personas algo que tenga que recargarse cada ocho horas cuando no tienen ni siquiera luz en la casa”, narra Víctor, quien  emprendió la aventura de su proyecto a los 17 años.

El prototipo de la motoneta, en su sexta versión, mide 80 centímetros de largo por 40 centímetros de ancho, cuenta con un sistema electrónico y una batería de alto rendimiento recargable, no de horas ni de un par de días, sino  de cada 12 meses, según el uso; precisamente para ser funcional en poblaciones alejadas, describe su creador.

La motoneta utiliza la fricción de las ruedas para generar energía, es autosustentable y tiene, además, sistemas de paneles solares para iluminación nocturna, de frenado de disco para no contaminar, direccionales, claxon, suspensión trasera y delantera, así como llantas intercambiables para todo terreno o pavimento.

“Es totalmente eléctrica, como principio básico tenemos una batería de inicio, el motor comienza a trabajar y en el proceso de movimiento del motor a la rueda hay una banda que los conecta, no usamos cadena por el ruido; en ese trayecto de giro entre la banda y la llanta colocamos nuestro generador que es el que fabricamos nosotros para poder generar energía al momento de que se produce la fricción en la banda de distribución con el rozamiento del pavimento y la llanta”, explica Víctor.

Único en el mundo

El emprendedor afirma que su motoneta  es el primer vehículo de este tipo en el país y a nivel mundial, por ellos planea continuar con otras mejoras a la estructura física y a la tecnológica del prototipo, para que sea más competitivo cuando sea lanzado al mercado internacional.

Esta creación es sólo una parte de los sueños del originario de la Villa de Etla, municipio de la región de Valles Centrales de Oaxaca, porque antes de lanzar su motoneta a la venta pretende trabajar en  la creación de su propia empresa de innovaciones tecnológicas.

Junto con su padre, Víctor trabaja para establecer Matías Electronic, una compañía que destaque por la elaboración de productos de energías renovables, como el sensor hecho por él recientemente para generar energía en los árboles, con el cual busca dejar a un lado el uso de los generadores eólicos.

Para el registro de la patente de sus creaciones y de la conformación de su empresa, actualmente, el joven recibe asesoramiento del Instituto Oaxaqueño del Emprendedor y de la Competitividad (Iodemc), dependencia gubernamental en la entidad que tiene como función brindar  asesoría a los   emprendedores oaxaqueños.

“Me siento feliz, me siento tranquilo, siento que aún no es tiempo de aventar las campanas al vuelo, sino es momento de trabajar y seguir trabajando, como lo hemos hecho hasta ahora,  esperar a que las cosas se sigan dando y seguir creando tecnología. Ser competitivos a nivel internacional”, confía.   

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