Los muxes regresan a la Marcha del Orgullo Gay y piden justicia

Por segunda vez, la comunidad muxe marchó en el Pride que se celebra en la capital del país

Fotos: Roselia Chaca/ EL UNIVERSAL
Sociedad 29/06/2019 18:06 Roselia Chaca Ciudad de México Actualizada 18:10

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El orgullo no sólo se les notaba en la forma de pararse, de portar el traje, de caminar, de dejarse fotografiar,   de sonreír y saludar a los que por todo el Paseo de la Reforma les gritaban: ¡Viva los muxes!, ¡Viva Oaxaca!, el orgullo para los muxes fue representar a la cultura zapoteca, de ser consideradas también hijas de San Vicente Ferrer, el santo patrono de Juchitán.

 

Colorida cultura

La comunidad muxe viajó 720 kilómetros desde Juchitán, Oaxaca, para participar por segunda ocasión  como  uno de los contingentes indígenas más vistosos de la 41 Marcha del Orgullo Gay que se realizó en la Ciudad de México. 

Más de 50 integrantes de la comunidad muxe del Istmo de Tehuantepec, como los radicados en la Ciudad de México participaron en  dos carros alegóricos adornados con motivos de la cultura istmeña.

Jany , Lina Marín y Francis , no vistieron   de traje regional como el resto de sus compañeras, ellos son los otros muxes que  lucen en las fiestas de los pueblos del Istmo de Tehuantepec, guayaberas blancas  tapizadas de flores y grecas con las tradicionales cadenillas, además de colgarse sus más vistosas joyas, “mientras más grandes mejor, el jardín de flores no luce sin el dorado de los centenarios”, aseguran.

“Es la primera vez que venimos y estamos contentos por el recibimiento que nos hicieron los muxes radicados en la Ciudad de México. Es una fiesta de hermandad donde mostramos nuestra cultura zapoteca”, comentó  Lina que no dejaba de saludar a sus  paisanos que la reconocían, pues es propietaria de un popular negocio de tacos de Juchitán.

Caminando entre el contingente una  banda tradicional rompía con el ritmo de la música moderna de los carros que iban cerca de los dos camiones  de la comunidad muxe. Las piezas musicales istmeñas no sólo hacían  bailar a todos los asistentes a lo largo de Reforma, también a los muxes que desde los carros repartían regalos, panes, mezcal y juguetes.

La comunidad muxe formó parte este año de la campaña publicitaria #ConMuxeOrgullo del Grupo Modelo. La primera vez que la comunidad participó en la marcha fue en el 2014, cuando por primera vez el Ayuntamiento de Juchitán creó la Dirección de Políticas Públicas y Diversidad Sexual , haciendo con esto historia en Oaxaca.

 

Exigiendo justicia

En uno de los camiones iba María del Carmen Jiménez Cazorla y Sonia Jiménez, familiares de uno de los fundadores de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro, Óscar Cazorla, asesinado hace cuatro meses en su casa; quienes acompañaron al contingente dijeron que fue una forma de honrar la memoria del activista muxe y exigir justicia.

“A mi tío le hubiera conmovido este homenaje que le realizan sus hermanas muxes, él era considerada una madre para ellos, él lucho por hacer visible a los muxes dentro y fuera del istmo, aquí ésta parte de su trabajo. Además este espacio es también especial para exigir justicia y de que su muerte no quede impune”, manifestó María del Carmen.

“La participación de los muxes no es ir de pachanga, sino a exigir justicia  y honrar la memoria de nuestra madre muxe Oscar Cazorla”, es lo primero que responde Kika,  cuando se le pregunta por la presencia de la comunidad en la convivencia más importante de la comunidad LBGTTTQ en el país.

Medidas cautelares que no funcionan

Después del asesinato de Óscar Cazorla, la comunidad muxe,  sobre todo 12 activistas y defensores de los derechos humanos de los integrantes de la comunidad, solicitaron al Estado Mexicano medidas cautelares, las cuales se les otorgaron por considerar que corrían peligro, ante la ola de violencia que sacude al municipio de Juchitán.

Pero las medidas cautelares no son eficaces, según Enrique Godínez, uno de las beneficiados, ya que los elementos policiacos estatales sólo se presentan para la firma, pero no cumplen adecuadamente con su función de brindar la seguridad a los que están en riesgo.

"La policía llega a vernos sólo cuando tienen que cumplir con las firmas, luego pierden el tiempo y no nos dan realmente la protección que requerimos. Lo peor es que no hay una respuesta de la justicia para dar con los responsables del asesinato, ya son casi cuatro meses y nada, queremos justicia, por eso vamos alzar la voz para que nos escuchen", comentó Godínez.

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