
Su ubicación, explica el ingeniero, tiene como precedente ser el camino de los comerciantes por el que trasladaban sus mercancías hasta el Soconusco, Chiapas. ¡Abran paso!, ¡abran paso!, ¡qué ha llegado el Presidente! – grita un ferrocarrilero que surge dentro de la multitud. Entonces arriba Porfirio Díaz Mori, en su condecorado traje militar.
Esta es la segunda representación dramatizada por el actor y dramaturgo Joaquín Maldonado y por la compañía Arte Arescénica, que revive la historia de la antigua estación del ferrocarril y que ahora alberga al Museo Infantil de Oaxaca (MIO).

El objetivo, dice el actor, es que sea un poco juego con la intervención en el público y de esta manera hacer mucho más interesante la manera en que se cuenta la historia. El recorrido durante este pasaje de la historia avanza sobre sobre los andenes, los vagones y furgones, por los almacenes.
La actividad se inició al mediodía y congregó a decenas de personas que conocieron de manera dramatizada el origen de la llegada del tren a Oaxaca, en su estación, ubicada en la calzada Madero de la capital.
