“A principios de los años sesenta visité el Museo de Colonia —escribe Francisco Toledo—, donde vi uno de los últimos autorretratos de Rembrandt. Me gustó mucho: viejo, desdentado, con un trapo amarrado a la cabeza —tal vez ya calvo— riendo ante un espejo. Tenía yo 21 años. ¡Quién diría que años después me vería en aquel espejo”.

Estas palabras son el texto que acompaña el catálogo de la exposición titulada Naa Pia´. Yo Mismo. Francisco Toledo, que hoy se inaugura a las 11:30 horas en la galería Juan Martín.

No es nuevo el autorretrato en la obra de Toledo, al contrario: ha sido una constante de su obra. Lo que sí cambia es que vincula el autorretrato con la vejez, y lo hace con humor, y juega con rasgos —la barba, las canas, las arrugas— para verse de otras maneras. Algunas de esas maneras las usa como nombre de cada grabado en mixta, gouache o pintura al óleo de las 55 piezas que integran la exposición (más dos esculturas).

En los autorretratos entonces está Toledo De cuerpo entero y Entre fauces. También se ve en el público, rodeado por El ojo del espectador. Toledo se ríe: No me salió el parecido y lo demás; está en todas partes: Para donde volteas. Toledo se ve en su pasado de varias maneras: De África vengo, Me dicen el prieto, Retrato con falsa fecha de nacimiento y Soy tu padre. Toledo se mira junto a frijoles, con una mosca en la cara, como cangrejo, como imagen de papalote, como un número 88. Papel, óleo, tela, láminas de oro y plata, hoja mineral son los materiales de que están hechas estas obras de 2017 y 2018.

Graciela Toledo y Malú Block hicieron la curaduría de la exposición. Las obras en 2017 se exhibieron en el IAGO en Oaxaca y luego en el Latin American Masters, en Santa Mónica, EU. La anterior muestra de Toledo en la Ciudad de México fue la de sus cerámicas, en el Museo de Arte Moderno, en octubre de 2015.

La galería citó al artista hablando acerca de pintar esta etapa de su vida: “Hay algo que hace que sea más fácil de reconocerme, que el parecido pueda ser más verídico ahora a diferencia de hace unos años, pero al hacer las obras que ahora se exponen no me preocupé de que tenía que parecerme, de pintar todas las arrugas, así que me quito y me pongo arrugas como quiero”.

La galería Juan Martín se ubica en Dickens 33-B. Polanco.