Fallece Arturo Lona Reyes, el “Obispo de los Pobres” en el Istmo; no resistió al Covid

El religioso murió en el hospital del poblado Lagunas, perteneciente al municipio de El Barrio de la Soledad, en el Istmo de Tehuantepec

Fallece Arturo Lona Reyes, el “Obispo de los Pobres” en el Istmo; no resistió al Covid
Foto: Archivo. EL UNIVERSAL
Sociedad 31/10/2020 13:18 Alberto López Morales / Corresponsal Actualizada 13:21

Juchitán.— El obispo emérito de la diócesis de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, conocido como el “Obispo de los Pobres”, falleció la mañana de este sábado 31 de octubre, informaron las autoridades eclesiásticas.

El prelado, que el 15 de agosto pasado cumplió 49 años de haber sido ordenado obispo, murió en el hospital del poblado Lagunas, perteneciente al municipio de El Barrio de la Soledad, en el Istmo de Tehuantepec.

Lona Reyes cumpliría este 1 de noviembre 95 años de edad. Nació en Aguascalientes en 1925, Fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1952 y en la misma fecha pero de 1971, fue ordenado obispo, cargo que desempeñó en la diócesis de Tehuantepec, donde se ganó el título de “Obispo de los Pobres”.

De acuerdo con el informe que proporcionó el prelado Eleazar López Hernández, colaborador del Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas, que Lona Reyes coordinó entre 1973 y 1979, el “Obispo de los Pobres” falleció en la clínica de Lagunas, Oaxaca, poco antes de las 12 del día de este sábado.

Las autoridades eclesiales informaron que el obispo emérito fue hospitalizado el 20 de octubre, tras presentar problemas respiratorios. El padre obispo se contagió de Covid-19 y falleció tras haber ingresado al área de terapia intensiva, de acuerdo con el reporte que diariamente presentaba la diócesis sobre su estado de salud.

En entrevistas concedidas a EL UNIVERSAL, la última de ellas en agosto pasado con motivo de los 49 años de su ordenación como obispo, Lona Reyes expresaba sus deseos de quedarse para siempre en el Istmo, sobre todo en Tehuantepec, donde reposan los restos de su señora madre, doña Dolores.

“Quiero quedarme al lado de Lolita, mi madre”, decía, al tiempo que explicaba que su nombre, Arturo, significa Guardián de las Estrellas.

Los familiares del prelado y las autoridades de la diócesis de Tehuantepec, que encabeza el obispo Crispín Ojeda Márquez, definirán si el cuerpo de Lona Reyes es sepultado o cremado. “Vamos a esperar si también se le honre con un homenaje, como reconocimiento a su trabajo a favor de las comunidades indígenas”.

Como obispo, Lona Reyes fundó cooperativas de autobuses, de productores de café, creó escuelas, impulsó talleres textiles y gestionó caminos y puentes y obtuvo reconocimientos por la defensa de los derechos humanos, pero también sufrió más de una docena de atentados, por su labor a favor de las luchas agrarias que se libraron en Los Chimalapas, de donde salió ileso.

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