A 44 años de desaparición de Víctor Yodo en Oaxaca, familia espera que FGR abra expedientes militares
“Nosotros no queremos venganza, queremos saber qué pasó y por eso insistimos ante la FGR para que inicie la acción de investigación que solicitamos”, agregó Irma Pineda, poeta juchiteca e hija de Víctor Yodo
Juchitán. – A 44 años de la desaparición del profesor y dirigente campesino Víctor Pineda Henestrosa (Víctor Yodo), a manos de soldados en pleno centro de esta ciudad zapoteca, la familia y sus abogados esperan que la Fiscalía General de la República (FGR) permita, tal como se la ha solicitado, “la revisión de los expedientes de personas involucradas en el secuestro y posterior desaparición de nuestro padre”, informó Irma Pineda Santiago.
La poeta juchiteca y representante del Foro Permanente para asuntos indígenas de la ONU, explicó que a través de abogados especialistas en temas de desaparición forzada del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Costa Rica) y el Instituto Interamericano de Responsabilidad Social y Derechos Humanos (México), propusieron a la FGR, que inicie las investigaciones en torno a los expedientes de los mandos militares del onceavo batallón que estaba en Ixtepec, en 1978.
“El día del secuestro de nuestro padre, Víctor Pineda Henestrosa, los testigos identificaron a Gabriel Peral como uno de los soldados involucrados, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha respondido que ese militar murió en acción después de su participación en la desaparición de Víctor Yodo, pero queremos que la FGR revise expedientes de otros vinculados para que ayuden a encontrar la verdad: ¿qué pasó con Víctor? ¿Lo mataron? ¿Por qué? ¿Dónde lo enterraron?”, demandaron los hijos.
Foto:Cortesía
A 44 años del secuestro y posterior desaparición de Víctor Yodo, añade Irma Pineda Santiago, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se han tenido avances muy concretos, pero que no terminan de responder esas preguntas, pero que “en términos legales nos permiten ir avanzando, como el establecimiento o integración de una sola carpeta de investigación, porque desde 1979, cuando se presentó la primera denuncia, hasta el 2021, teníamos varios expedientes abiertos”.
Entre esos expedientes, recuerda Pineda Santiago, estaba el que se presentó en el Ministerio Público de Matías Romero, el de la Fiscalía de Oaxaca, el de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“Al ser varias las carpetas, todas tenían números diferentes y teníamos que estar interactuando con diferentes actores. Logramos que todos los expedientes se unieran en una sola carpeta, que está concentrada en la FGR”.
Pineda Santiago recordó que recientemente pudieron visitar el Campo Militar número uno y tuvieron contacto telefónico con personal de la FGR, “donde se avanza con la elaboración de un retrato hablado con progresión de edad para ser distribuido como parte del protocolo de búsqueda, nos pidieron esperar un poco para que inicien con la revisión de expedientes que solicitamos”, dijo.
La poeta aseguró que siguen con la esperanza que “la apertura de los archivos del Ejército, nos permita encontrar más información”, señaló.
Mientras tanto, a 44 años del secuestro y posterior desaparición de Víctor Yodo, insistió, las preguntas básicas siguen sin repuestas: ¿Dónde está? ¿Por qué se lo llevaron? ¿Sobre quién se finca la responsabilidad de su secuestro y desaparición? ¿Lo mataron? ¿Dónde lo enterraron? ¿Lo dejaron ir vivo? ¿Dónde los liberaron?
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“Nosotros no queremos venganza, queremos saber qué pasó y por eso insistimos ante la FGR para que inicie la acción de investigación que solicitamos”, agregó.
En el año de 1992, recordó Irma Pineda Santiago, la CNDH entregó a la familia los resultados de una amplia investigación que incluyó la localización del vehículo de Víctor Yodo, sobre el poblado Las Majadas, en la carretera Oaxaca-Istmo; sin embargo, precisa, la misma institución consideró que los resultados no eran concluyentes.
“No nos entregaron un cuerpo, no nos indicaron una tumba, no presentaron testigos que hubiese sido asesinado y la familia no aceptó la investigación”, señala.