Abandono de CFE deja estragos en el Istmo de Oaxaca; variaciones de voltaje queman bombas de agua

Miles de ciudadanos, ganaderos, empacadores de mangos, comunidades indígenas y los sistemas que abastecen del agua potable a las poblaciones del Istmo enfrentan, al menos desde 2018, deficiencias en el servicio de energía eléctrica

Abandono de CFE deja estragos en el Istmo de Oaxaca; variaciones de voltaje queman bombas de agua
Foto: Especial
Sociedad 27/01/2022 08:14 Alberto López Actualizada 08:14

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Juchitán.— Por variaciones del voltaje en el suministro de energía eléctrica, a José Manuel López Ramírez se le quemó la bomba que le servía para extraer de su pozo unos 8 mil litros de agua destinada a mitigar la sed del ganado y las necesidades del rancho San José. Tuvo que desembolsar casi 4 mil pesos para adquirir un nuevo equipo de bombeo.

Como José Manuel, miles de ciudadanos, ganaderos, empacadores de mangos, comunidades indígenas y los sistemas que abastecen del agua potable a las poblaciones del Istmo de Tehuantepec enfrentan, al menos desde 2018, deficiencias en el servicio de energía eléctrica que muchos afectados le atribuyen a la falta de mantenimiento de las líneas de transmisión.

Dichas líneas de transmisión son los conductos a través de los que se traslada la electricidad desde la subestación de Juchitán a  toda la región del Istmo. En la zona oriente y norte, tienen más de 30 años sin mantenimiento. Durante el año pasado, por ejemplo, la CFE acumuló al menos 200 quejas por  mal servicio, según coordinadores de los comités de resistencia. 

No hay zonas del Istmo de Tehuantepec donde no se hayan presentado los problemas que genera la CFE por la falta de mantenimiento en sus líneas. Tanto en la zona norte como la oriente, al igual que en la parte chontal y la planicie, hay cortocircuitos, altibajos en los voltajes y apagones, refiere el dirigente de la Unión Campesina Indígena de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas Torres.

“Varios rancheros, vecinos míos, también se afectaron con las variaciones del voltaje. Se les quemaron las bombas, como a mí, que también se dañó mi refrigerador y se me fundieron los focos que iluminaban el rancho. Eso ocurrió la semana pasada que soplaron los vientos fuertes, porque cada que hay vientos del norte, falla el servicio eléctrico. Se va la luz”, dice el ganadero.

Según el coordinador de la Resistencia contra la CFE de la Ucizoni, Teófilo García Sarabia, la falta de mantenimiento en las líneas de transmisión ha provocado incluso daños en las viviendas en seis municipios de la zona norte y en dos más en la planicie istmeña.

A mediados de este mes de enero,  por ejemplo, vecinos de la séptima sección de la  ciudad zapoteca de Juchitán, cansados de tantos apagones y variaciones en el voltaje eléctrico, protestaron frente a la oficina regional de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y demandaron que los técnicos de esa dependencia realicen el mantenimiento o de plano cambien las líneas de transmisión.

“Estamos cansados de tantos apagones, los refrigeradores y otros aparatos de la casa se han dañado y la CFE no se hace responsable, por eso los vecinos de la Séptima Sección (sur de Juchitán), decidimos venir hasta acá a reclamar para que la CFE mejore sus servicios. ¿No que dicen que es una empresa de clase mundial?”, exclama Valentín Regalado.

Irritado ante tantos apagones que han dañado la operación de los ocho pozos de agua que abastecen las líneas domiciliarias y el reclamo que realizan de las familias juchitecas, el administrador del Sistema de Agua Potable (SAP) de este municipio, Víctor Omar Núñez Ordaz, que depende de la Comisión Estatal del Agua (CEA), convocó a los pobladores zapotecas a protestar contra la CFE.

“No es posible que la CFE no pueda darles mantenimiento a sus líneas de transmisión. No es posible que nos deje sin agua potable”, añade el propio funcionario Núñez Ordaz, quien denuncia que por esos apagones, en noviembre pasado se quemó la bomba del pozo número 2 de la ciudad. 

“Para restablecer el servicio, días después, tuvimos que comprar un nuevo equipo por 105 mil pesos”, agrega. 

El pasado 19 de enero, la CEA, refiere el funcionario, compró otro equipo de bombeo para el pozo cinco que se dañó con los altibajos en el suministro eléctrico. “Volvimos a erogar otros 105 mil pesos, pero creo que no vamos a resistir gastos de esa magnitud por culpa de CFE” y porque la pandemia de Covid-19 ha limitado la capacidad de ingresos y pagos de los usuarios.

En toda la región 

Al igual que lo que viven habitantes de Juchitán o de municipios de la zona norte, las  afectaciones por las variaciones de voltaje en el suministro eléctrico están presentes en todos los municipios del Istmo. 

Apenas el pasado miércoles, explica Teófilo García Sarabia, coordinador de la Resitencia contra la CFE, personal de la empresa estatal acudió a la comunidad de Hierba Santa, en el municipio de Santo Domingo Petapa, a revisar un transformador que se descompuso desde hace nueve años.

En la zona, señala, hay cables que los mismos vecinos amarraron con mecates para que no se golpeen y produzcan algún corto circuito, como en la colonia Hidalgo Carretera, del municipio El Barrio de La Soledad, dice García Sarabia, quien mantiene una  batalla jurídica para que la CFE deje de acosarlo penalmente con los procesos 264 y 270+, por defender a sus paisanos.

Por su parte, el presidente municipal de San Pedro Tapanatepec, quien desde hace varios años participa y apoya la Red de Resistencia contra los abusos de la CFE, en la zona oriente de la región del Istmo de Tehuantepec, Humberto López Parrazales, admite que en los municipios de esa región hay constantes apagones que perjudican a la población y a los empacadores de mango.

EL UNIVERSAL buscó la postura de la CFE a través de su área de comunicación social, pero no se obtuvo respuesta.

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